El gobierno federal decretó la expropiación de 23.4 hectáreas adicionales que serán ocupadas para continuar con las obras del Tren Maya en el sureste de México. La superficie se compone de 26 terrenos localizados en distintas regiones de cinco estados, incluidos Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Tabasco. Las autoridades buscan asegurar la disponibilidad de los espacios necesarios para concretar los tramos ferroviarios y las obras de infraestructura vinculadas al proyecto.
La decisión está ligada a la intención de mantener el avance del Tren Maya, uno de los proyectos más emblemáticos para el transporte y el desarrollo regional en el país. Todas las expropiaciones, tanto de predios particulares como ejidales, han sido declaradas como de utilidad pública, lo que da sustento al procedimiento y facilita el traslado de la propiedad a la Federación. Se espera que los titulares de los terrenos reciban indemnizaciones conforme a los avalúos oficiales, realizados por el organismo federal correspondiente, lo cual representa parte del protocolo que acompaña estos procesos.
Estos nuevos decretos reafirman el ritmo sostenido con el que avanza la construcción del Tren Maya y se suman a una serie de expropiaciones emitidas durante los últimos meses en distintos tramos del megaproyecto. Los predios identificados pasarán a la administración de la empresa estatal encargada del Tren Maya y tendrán como fin la edificación de zonas operativas, estaciones y vías férreas indispensables para completar los distintos trayectos.
En sus etapas recientes, el Tren Maya ha requerido progresivamente más terrenos para asegurar tanto la ampliación como el reforzamiento de la infraestructura. Si bien la cantidad de hectáreas puede parecer modesta, cada área es clave para conectar rutas y facilitar que las obras no se detengan. Además, las autoridades han señalado que el proceso de expropiación contempla notificar a los propietarios y cubrir los pagos que señale la ley para cada caso.
La expropiación de terrenos para el Tren Maya ha estado acompañada de debate y diversas opiniones entre los pobladores, aunque el gobierno insiste en que el objetivo principal es fortalecer la conectividad y el desarrollo económico de toda la región. Por ahora, con esta nueva etapa de adquisición de predios, el proyecto sigue firme y las autoridades federales prevén que así se mantenga hasta su conclusión.
