Gobierno federal ha expropiado 15,678 hectáreas para el Tren Maya

En los últimos dos años, el gobierno federal ha llevado a cabo la expropiación de un total de 15,678 hectáreas de tierras para la construcción del Tren Maya, alegando “causa de utilidad pública”, a pesar de las promesas previas del presidente López Obrador de que no sería necesario expropiar.

Un total de 28 decretos han sido publicados en el Diario Oficial de la Federación, de los cuales 27 otorgaron un total de 631 hectáreas y 5,092,931 metros cuadrados a FONATUR Tren Maya, la empresa encargada de administrar el proyecto, y otro decreto asignó 5,785 hectáreas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y 9,261 hectáreas a la Secretaría del Medio Ambiente, dentro de la reserva de la biósfera de Calakmul.

El último decreto publicado el pasado 23 de junio otorga a la Sedena el control del ejido Plan de San Luis en Calakmul, Campeche, con el fin de construir las vías férreas del Tren Maya y realizar “obras complementarias relacionadas con las actividades castrenses en general”.

Según el dictamen valuatorio emitido por el Indaabin el 16 de febrero de 2023, se determinó que el monto de indemnización por estas expropiaciones sería de 602 millones 996 mil pesos.

Es importante destacar que esta es la primera expropiación a favor del Ejército en relación con el Tren Maya, ya que anteriormente todas las expropiaciones se habían realizado a favor de FONATUR Tren Maya S.A.

Estas expropiaciones han afectado tanto territorios ejidales como propiedades privadas, distribuidas en los municipios de Othón P. Blanco en Quintana Roo y Escárcega y Calakmul en Campeche.

Además de los decretos de expropiación, en 2022 se publicaron declaraciones de Utilidad Pública, que son documentos previos a las expropiaciones y determinan la necesidad de un bien inmueble para el beneficio público.

Durante su campaña, el presidente López Obrador aseguró que el proyecto del Tren Maya no afectaría a ningún ejido ni al medio ambiente. Sin embargo, se han llevado a cabo las expropiaciones, lo que ha generado críticas por parte de grupos ecologistas debido a la falta de los permisos ambientales correspondientes para el avance de la obra en diferentes tramos.

El sistema de Transparencia reveló que hasta abril de 2021, FONATUR destinó 84 millones 858 mil pesos para la compra de tierras a particulares, con el objetivo de avanzar en la “construcción del derecho de vía” del Tren Maya.

Una parte del territorio expropiado el pasado 23 de junio se encuentra dentro de la reserva de la biósfera de Calakmul, hogar de especies animales emblemáticas de México, como el jaguar.

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Según el documento oficial, la expropiación de esta zona dentro de la reserva de la biósfera se realizará para la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con el propósito de ampliar los programas de restauración, conservación y mejoramiento de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, contribuyendo así al ordenamiento ecológico.

Sin embargo, para llevar a cabo obras como el Tren Maya, las secretarías correspondientes deben publicar una manifestación de impacto ambiental que aclare hasta qué punto afectará la obra a las especies locales y al medio ambiente. En mayo de 2022, la Sedena reconoció que el proceso de elaboración de esta manifestación aún estaba en curso, a pesar de que la obra ya estaba en marcha.

Hipólito Mendoza, Maestro en Ciencias en Producción Animal Tropical de la Universidad Autónoma Chapingo, explicó que todas las construcciones tienen un impacto ambiental, pero considera que la construcción del Tren Maya tiene ciertos factores a favor, como la creación de pasos de fauna y la reforestación de los laterales. En comparación con la construcción de carreteras, el Tren Maya tendría un menor impacto debido a que el tráfico de maquinaria es menos perjudicial que el de vehículos, especialmente considerando que algunos tramos del tren serán eléctricos.

Mendoza también resaltó la importancia de tener en cuenta el valor biológico, cultural y social de los territorios expropiados y enfatizó que el éxito de estas expropiaciones dependerá de la participación de las comunidades locales y de mejorar su situación socioeconómica.

María Luisa Albores, secretaria del Medio Ambiente, mencionó en una conferencia que el proyecto del Tren Maya contribuye a la conservación y cuidado ambiental a través de la creación de áreas naturales protegidas y la promoción de la conectividad entre estas áreas y los hábitats del jaguar.

El presidente aseguró en una conferencia que las expropiaciones se han llevado a cabo de acuerdo con la ley y que se han pagado las indemnizaciones y precios justos basados en la valuación de las propiedades.

Sin embargo, grupos ambientalistas y habitantes locales expresan su preocupación por los impactos esperados en el medio ambiente con el avance de la obra. Se teme la fragmentación de la selva debido a la división generada por el tren, lo cual podría afectar la reproducción de los animales. Además, se estima que más de 3.4 millones de árboles han sido talados a lo largo del trayecto. Estas acciones contrastan con la promesa hecha por López Obrador en 2018, cuando aseguró que en el desarrollo del proyecto no se talaría ni un solo árbol.

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