El Gobierno federal ya triplicó el monto previsto para subsidiar este año las operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el gasto promedio por pasajero rebasa los 4 mil 700 pesos.
Originalmente previsto en 419.4 millones de pesos, el apoyo del erario para el funcionamiento del AIFA se incrementó a mil 370.4 millones de pesos, un aumento de 229 por ciento.
Lo anterior se confirmó en el Informe Trimestral de las Finanzas Públicas, correspondiente al periodo de abril a junio, publicado el pasado 29 de julio por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ahora, el subsidio para el AIFA será de más del doble que el apoyo de 680 millones de pesos previsto para el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que moviliza a 120 veces más pasajeros diarios que la nueva terminal.
Durante 2022, el AIFA también le va a costar más a los mexicanos que dependencias como la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), que cuenta con 717 millones de pesos, o la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que tendrá mil 002 millones de pesos.
El AIFA, inaugurado el pasado 21 de marzo, mantiene a la fecha una actividad marginal, y por tanto, sus ingresos propios por Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), renta de locales comerciales y servicios a las aerolíneas, son insuficientes para financiar sus costos, pero los gastos operativos y de personal se mantienen desde principio de año.
En junio pasado, el AIFA solo registró 349 operaciones entre despegues y aterrizajes, 11 menos que en mayo, y movió a 32 mil 350 pasajeros contra 35 mil 129 del mes previo.
En contraste, el AICM tiene cerca de mil 100 operaciones diarias, con más de 120 mil pasajeros transportados en promedio por día.
Se prevé que el AIFA tendrá más operaciones, pues a partir del 15 de agosto Aeroméxico ofrecerá seis rutas con 56 operaciones semanales, aunque está por verse el número de pasajeros, pues la misma aerolínea ya tuvo que cancelar la ruta AIFA-Villahermosa por escasa demanda.
La construcción del AIFA costó alrededor de 85 mil millones de pesos, exclusivamente provenientes del erario, sin contar unos 17 mil millones de pesos adicionales para conexiones carreteras y la ampliación del Tren Suburbano.
El subsidio original para el AIFA, empresa paraestatal que depende de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sólo estaba previsto para pago de salarios de sus empleados, no para otros gastos de operación como ocurre ahora.