Gobierno reconoce que hay escasez de gasolina en la frontera norte

Los tanques de gasolina en la frontera mexicana con Estados Unidos se están agotando. La Secretaría de Hacienda ha admitido este sábado una escasez en el abasto del combustible en la frontera norte y lo ha atribuido a que en Estados Unidos los precios de la gasolina han venido al alza en las últimas semanas, empujando a sus ciudadanos a cruzar la frontera para cargar los tanques de sus automóviles en México a un menor precio. Además del incremento en la demanda de gasolina, la dependencia dirigida por Rogelio Ramírez de la O también reconoce que los importadores han dejado de adquirir el combustible. “La alternativa de las estaciones de servicio de la región es adquirir el producto de Pemex, lo cual ha impuesto retos en el abasto”, refiere la Secretaría de Hacienda por escrito.

Las estaciones con tanques vacíos en la frontera norte coinciden con la decisión del Gobierno federal de eliminar los estímulos fiscales sobre las gasolinas en unos 40 municipios mexicanos de esta región, incluido Tijuana, uno de los cruces más transitados en el mundo. Además de Tijuana, se verán perjudicados decenas de Ayuntamientos de los Estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. La medida estará vigente desde este sábado y hasta el próximo 8 de abril, de acuerdo con lo comunicado por Hacienda en el Diario Oficial de la Federación.

Las presiones inflacionarias y el conflicto ruso en Ucrania han elevado el precio global del petróleo y con ello el de las gasolinas en el mundo. En Estados Unidos, el costo promedio de un galón del combustible es de 4,2 dólares, mientras que en enero de 2019 el precio medio por el mismo volumen era de 2,24 dólares. La Asociación de Automovilistas Estadounidenses, que monitorea el precio del combustible a nivel nacional, desconoce cuándo dejará de incrementarse el costo del carburante derivado del conflicto bélico.

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En México, el Gobierno de López Obrador decidió conjurar a toda costa la palabra gasolinazo y a fin de evitar un incremento en las gasolinas desde marzo pasado la Administración federal ha renunciado a cobrar el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) y la Secretaría de Hacienda, además, autorizó un estímulo fiscal adicional. Una medida que, ahora, se ha matizado con la eliminación de este estímulo en la región norte, lo que producirá de inmediato un aumento en el precio de la gasolina en el norte del país, en municipios como Tijuana, Mexicali, Piedras Negras, Tecate, Caborca, Puerto Peñasco, Nuevo León, entre otros.

En el resto del país, el estímulo fiscal sigue implementándose por Hacienda. El precio de un litro de combustible en la Ciudad de México se cotiza esta semana en un rango de 22 a 24,5 pesos por litro. El Gobierno espera compensar la pérdida de ingresos por los estímulos al IEPS con los excedentes que el aumento del precio del barril le dejará a Pemex gracias a la exportación. Sin embargo, distintos analistas ya han advertido el riesgo de que esta política de subsidios provoque un boquete en las finanzas públicas para el cierre del año.

Aunque en un inicio el presidente López Obrador presumió por todo lo alto su política de subsidios y lo poco que habían subido las gasolinas en México frente al alza de los precios que se observaban en países como Estados Unidos y España, ahora su Gabinete ha tenido que matizar su propia propuesta: la eliminación del estímulo fiscal la próxima semana supondrá un freno a la caravana de vehículos estadounidenses que cruzaban a México para cargar gasolina, sin embargo, también se afectará a miles de ciudadanos que deberán asumir de golpe el alza del combustible.

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