Guardia Nacional tendrá 65 mil militares en su primer año

La Guardia Nacional contará este año en sus filas con casi 65 mil elementos de las Fuerzas Armadas, según la estructura orgánica y de despliegue a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL. En lo que resta de este año, en su primera etapa, se contempla un estado de fuerza de 82 mil 747 guardias adiestrados y capacitados, de los cuales 51 mil 915 provendrán del Ejército; 12 mil 837 de la Marina, y 17 mil 995 de la Policía Federal.

El nuevo cuerpo de seguridad arrancará operaciones oficialmente el próximo domingo 30 de junio, con un despliegue de 53 mil elementos, de los cuales más de la mitad (35 mil 676) son militares.

Ese grupo se trata del llamado “Pie Veterano”, al que se ha referido en diversas ocasiones el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, personal que cuenta con experiencia dentro del Ejército, la Marina y la Policía Federal.

Al menos 32 mil 888 elementos serán de la Policía Militar; 2 mil 788 de la Naval, y 17 mil 995 de la Federal, institución que desaparecerá en un plazo no mayor a año y medio.

La segunda generación de guardias a la que se le denomina “voluntario” se sumará a las tareas de combate a la delincuencia en septiembre, con 7 mil 906 elementos más. Para la tercera fase, conocida como “nuevo ingreso”, se contemplan 21 mil 170.

El gobierno federal prevé que para el próximo año el estado de fuerza de la Guardia Nacional se incremente a 97 mil 117 elementos, llegando a un tope de 111 mil 577 en 2021, a la mitad del sexenio actual.

Para ese año, el gobierno federal estima contar con 50 mil 382 guardias, quienes serán la primera línea de batalla contra la delincuencia común y organizada, sin contar los oficiales, suboficiales, agente mayor, agente, primer subinspector y segundo subinspector, de acuerdo con datos de la estructura trazada por las autoridades federales.

En la primera etapa, el país fue dividido en 150 coordinaciones territoriales, en las cuales operarán los primeros guardias calificados, siendo el Estado de México la entidad con mayor número de estas zonas (32).

Le siguen Oaxaca, con nueve; Michoacán, con nueve; Jalisco, con ocho; Veracruz, con ocho; Guerrero, con siete; Ciudad de México, con seis; Puebla, con cinco; Guanajuato, con cinco; Hidalgo, con cuatro; Sonora, con cuatro; Nuevo León, con cuatro; Tamaulipas, con cuatro, y Zacatecas, con cuatro.

Sin embargo, el despliegue será prioridad en Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Veracruz, Ciudad de México y Guerrero, estados donde se concentran los homicidios dolosos producto de las pugnas entre grupos de la delincuencia organizada por el control de territorios.

En días anteriores, la SSPC aumentó de 45 a 51 las regiones prioritarias que requieren atención urgente del gobierno ante los altos niveles delictivos que registran.

En febrero pasado, Durazo Montaño presentó 15 municipios especiales, luego los amplió a 17, 21, 45 y finalmente a 51, como bloques de reforzamiento de la seguridad en marcha y por iniciar: “Tenemos 51 regiones prioritarias para la Guardia Nacional, las cuales iremos cubriendo de manera proporcional a como vayamos egresando elementos formados y capacitados de los centros educativos tanto del Ejército como de la Marina y de la Policía Federal”, indicó el secretario, quien en abril pasado señaló que las regiones prioritarias podrían llegar a 70.

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Entre las zonas prioritarias se encuentran Tijuana, Ciudad Juárez, Acapulco, Manzanillo, Coatzacoalcos, Reynosa, Ecatepec, Culiacán, Salamanca, Tlajomulco, Nuevo Laredo, Cuernavaca, Morelia, Minatitlán y Tepic, indica la información del mapa que presentó la dependencia federal.

Según su estructura, la Guardia Nacional contará con un total de 82 batallones, de los cuales 72 serán conformados por elementos de las policías Militar Federal, además indica que 10 serán estructuradas con personal de las policías Naval y Federal.

Cada batallón se integrará por mil 326 elementos, entre operativos y administrativos, quienes desarrollarán todas las atribuciones y obligaciones establecidas en el artículo 9 de la ley de la Guardia Nacional, prevención de los delitos, combate a la delincuencia, vigilancia en aduanas y cruces fronterizos, vigilancia en prisiones, aseguramientos y preservación de los bienes de la nación, colaboración, verificación, inspección, entre otras.

La nueva institución de seguridad ya cuenta con escudo oficial, el cual se compone de un círculo en cuyo interior se estampa el águila juarista que utilizó Andrés Manuel López Obrador en su etapa de opositor, con la leyenda: “Guardia Nacional. Justicia y Paz”.

Con estructura marcial

Expertos en seguridad coincidieron en que la Guardia Nacional tendrá soporte y estructura militar, pese a que la Constitución señala en su artículo 21 que el organismo federal debe ser de carácter civil.

El académico del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Jorge Alberto Lara Rivera, afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha tenido “empacho en caracterizar a la Guardia con este ADN castrense, el cual ahora de alguna manera se quiere convertir en lo civil”.

Lara Rivera señaló que el gobierno federal debe tomar cartas en el asunto de los controles de confianza y certificación de los elementos de la Guardia Nacional, ya que su despliegue implicará un contacto directo con la población tanto en tareas de prevención del delito como en labores de investigación del delito, las cuales incluyen técnicas de investigación.

“Siendo soldados de origen, ahora con esta nueva misión, se antoja muy delicado que en el despliegue se realicen tareas sin los controles de confianza de sus elementos.

“Se trata de que prevalezca el cuidado y la seguridad de la población, hay que buscar que bajo ninguna circunstancia exista alguna infiltración del crimen organizado en la Guardia Nacional”, consideró.

A su vez, el especialista Ricardo Márquez Blas refirió que el soporte, la columna y la dirigencia de la nueva institución es de visión, lo que está por encima de la perspectiva civil, además, dijo, sus elementos no están siendo capacitados para realizar la función policial.

“Muestra de ello es que la capacitación en lugar de realizarse en la Academia Superior de San Luis Potosí, se hace en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, con instructores militares”, indicó.

El académico del Inacipe Martín Barrón señaló que el artículo 21 constitucional establece que la Guardia Nacional debe ser una fuerza de carácter civil, no militar.

“Cuánto tiempo han capacitado a los elementos de las Fuerzas Armadas que pasarán a formar parte de la Guardia Nacional, en funciones de policía. No se puede pasar a un militar de la noche a la mañana a realizar labores de policía”, cuestionó.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx

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