Decenas de parejas celebraron el viernes pasado en el balneario de Acapulco, Guerrero, las primeras bodas igualitarias de manera gratuita, tras la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado en octubre pasado.
El coordinador técnico del Sistema Estatal del Registro Civil, Roberto Barreto Bohórquez, anunció con entusiasmo el inicio de las bodas igualitarias en el estado, destacando que estas uniones serían formales, legales e igualitarias en base al decreto aprobado por el Congreso.
Irving Martínez y Kevin Arrazola se convirtieron en la primera pareja del mismo sexo en casarse en esta histórica ceremonia. Originarios del municipio de Tlapehuala, Guerrero, ubicado a 374 kilómetros de Acapulco, estos jóvenes pudieron finalmente cumplir su sueño de casarse después de cuatro años de relación.
Kevin expresó su alegría y emoción por el matrimonio, afirmando que ahora su siguiente paso es formar una familia. Sin embargo, no todas las parejas tuvieron un camino sin obstáculos. Alma y Adriana estuvieron a punto de no poder concretar su matrimonio debido a la condición física de Alma, quien utiliza una silla de ruedas. Afortunadamente, Barreto Bohórquez decidió realizar una boda individual para ellas, donde pudieron firmar el acta y participar en las tradiciones matrimoniales.
Las parejas que contrajeron matrimonio en esta ocasión representan diversas historias modernas. Algunas de ellas se conocieron a través de las redes sociales, como el caso de Azalea y Lore, quienes, a pesar de tener 17 años de diferencia, decidieron unir sus vidas de manera oficial luego de tomar una decisión repentina el jueves anterior.
La celebración de estas bodas igualitarias en Guerrero marca un avance significativo para el estado. Sin embargo, las parejas enfatizaron que esta no debe ser la meta final, ya que aún quedan temas pendientes, como la Ley de Identidad de Género y la necesidad de abordar los crímenes de odio dirigidos hacia las mujeres y personas homosexuales que aún no han sido resueltos.
Guerrero se convirtió en el penúltimo estado mexicano en aprobar el matrimonio igualitario en octubre de 2022, después de que la Ciudad de México lo hiciera en 2010. Aunque se habían celebrado bodas igualitarias en Acapulco en años anteriores, estas no tenían validez legal y fueron anuladas, dejando a las parejas en una situación vulnerable ante la ley.