Un intercambio de mensajes en la red social X entre José Ramón López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador, y Luis Felipe Calderón Zavala, hijo del expresidente Felipe Calderón, desató una fuerte polémica política. Todo comenzó cuando López Beltrán desmintió acusaciones sobre su reciente viaje a Tokio, asegurando que viajó en vuelo comercial y se hospedó en un hotel de precio moderado, y que incluso denunció hostigamiento por parte de la oposición durante su estancia. Ese gesto fue objeto de burla por parte de Calderón Zavala, quien ironizó sobre el nivel de detalle de la aclaración, aludiendo a lo que consideró una exageración.
La respuesta de López Beltrán no se hizo esperar: replicó con una imagen de los hijos de Calderón subiendo a un helicóptero, acompañada de un desafiante “¿Tú qué?”. A partir de ahí, el intercambio escaló: Calderón Zavala defendió el uso del helicóptero presidencial por parte de su padre mientras este gobernaba, y acusó a la familia de López Obrador de enriquecerse durante su administración. En respuesta, López Beltrán arremetió contundentemente, acusando que la presidencia de Calderón fue obtenida mediante un fraude electoral en 2006, y criticó el uso de recursos públicos que, señaló, contrastaban con el empobrecimiento del pueblo.
Calderón Zavala rechazó esa acusación, retando a López Beltrán a presentar pruebas y cuestionando los contratos públicos otorgados a allegados de la familia López Obrador. El intercambio terminó abruptamente con un mensaje final de López Beltrán: “Ya te dediqué unos minutos, pero ya me aburriste. Adiós.” Esta tensa confrontación refleja las heridas políticas aún abiertas entre dos figuras que representan a dos de los expresidentes más influyentes en la política reciente de México.
