La primera semana del gobierno de Claudia Sheinbaum concluyó con un alarmante saldo de al menos 566 homicidios dolosos en todo México, destacando el asesinato y decapitación del alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, ocurrido el domingo. Según el Informe de Seguridad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el promedio diario de homicidios fue de 80.8.
Guanajuato, bajo la administración del PAN, lidera la lista con 103 homicidios en los últimos siete días, seguido de cerca por el Estado de México y Sinaloa, cada uno con 43 casos. Otras entidades gobernadas por Morena, como Baja California, Michoacán y Guerrero, también reportaron cifras preocupantes: 38, 31 y 30 homicidios, respectivamente. En contraste, Querétaro y Yucatán se destacaron por no registrar ningún homicidio doloso.
El día más violento de la semana fue el 3 de octubre, con 97 asesinatos, incluyendo el del secretario del Ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, quien fue atacado a tiros a solo dos calles del ayuntamiento. Ese mismo día, Guanajuato registró 32 homicidios, estableciendo un récord para un solo estado en 2024.
El 6 de octubre, el crimen organizado volvió a hacer noticia con el asesinato de Alejandro Arcos, en un contexto donde al menos seis cárteles operan en Chilpancingo, entre ellos Los Ardillos y Los Tlacos, que han protagonizado violentos enfrentamientos en los últimos meses. La llegada de un nuevo gobierno parece haber desatado una nueva ola de violencia en la región.
Además, el informe incluye el trágico asesinato de seis migrantes a manos de elementos del Ejército mexicano el 1 de octubre en Chiapas, un recordatorio de la compleja situación de seguridad que enfrenta el país. La creciente violencia y la inestabilidad en diversas regiones plantean serios retos para la administración de Sheinbaum en su inicio.