La Iglesia católica ha expresado su rechazo a la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, argumentando que la iniciativa no aborda de manera integral las necesidades del sistema judicial ni garantiza una mejor administración de justicia. En un pronunciamiento emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se subrayó que la propuesta, ya aprobada por la Cámara de Diputados con el respaldo de Morena y sus aliados, compromete la autonomía del Poder Judicial y cuestiona la división de poderes consagrada en la Constitución.
El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, quien habló en nombre de la CEM, instó a que se escuche la voz de los jueces, magistrados y ministros, enfatizando la importancia de su participación en el debate sobre la reforma. Además, la jerarquía católica hizo un llamado a continuar las discusiones entre colegios de abogados, estudiantes y otros profesionales, destacando la preocupación compartida con organismos internacionales sobre la politización del proceso de selección de jueces y magistrados.
La CEM también solicitó al Senado que se tome el tiempo necesario para reflexionar y analizar la reforma con seriedad, promoviendo un diálogo constructivo que trascienda las divisiones partidistas y priorice el bienestar del país. En su declaración, los obispos reiteraron la necesidad de una reforma judicial integral que abarque no solo a las fiscalías y tribunales locales, sino que también respete la carrera judicial y fortalezca la justicia federal.
Finalmente, la Iglesia recordó su compromiso con la sociedad civil en la promoción de diálogos que reflejen las demandas de las víctimas de la violencia y la impunidad, un problema que ha sido alimentado por la corrupción dentro del sistema de justicia. La preocupación por la posible aprobación de esta reforma constitucional sigue siendo un tema candente en el debate público.
