
El Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó este martes como “improbable” la imposición de un arancel del 25% a las importaciones mexicanas por parte de Estados Unidos, a pesar de las preocupaciones que se han levantado sobre las posibles repercusiones comerciales.
En una entrevista con medios, Ebrard destacó que, aunque este escenario es improbable, no se puede descartar completamente, ya que existen riesgos asociados a la política comercial de la administración estadounidense. Aseguró que el gobierno mexicano está trabajando activamente en diversas estrategias para mitigar cualquier posible impacto en la economía nacional en caso de que se concrete este tipo de medidas arancelarias.
El funcionario refirió que, de acuerdo con proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se espera una contracción económica del 1.3% para México en 2025, aunque se prevé una recuperación moderada de -0.6% en 2026. Ebrard subrayó que las decisiones económicas que tome Estados Unidos, especialmente en medio de la guerra arancelaria impulsada por el expresidente Donald Trump, influirán de manera decisiva en el desempeño económico de México.
Ante la posibilidad de un aumento de aranceles a productos mexicanos, el gobierno mexicano ha intensificado su comunicación con sectores clave como la industria automotriz, autopartes, aluminio y acero, a fin de evaluar medidas que permitan reducir los efectos negativos de este escenario. Ebrard destacó que la industria automotriz nacional tiene una alta integración con Estados Unidos, con muchas piezas que cruzan la frontera varias veces antes de convertirse en productos terminados. En este contexto, advirtió que un arancel del 25% podría perjudicar gravemente a esta industria, al poner en riesgo su competitividad.
El secretario también aseguró que México está trabajando en soluciones que eviten represalias comerciales y que permitan mantener la competitividad de la región. Subrayó que, en lugar de aumentar los aranceles, se están buscando formas de reducir su impacto, ya que, según él, entre más aranceles existan entre ambos países, mayor será el daño a las economías de ambos lados de la frontera.
Ebrard finalizó su declaración afirmando que el gobierno mexicano seguirá trabajando en medidas preventivas para proteger la economía del país, a la vez que se mantiene vigilante ante las decisiones de la administración de Estados Unidos.