En México, 30% de los pacientes con cáncer que no cuentan con seguridad social pero son diagnosticados en unidades médicas del sector salud, oportunamente salvan la vida.
Al conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer, Nancy Reynoso Noverón, encargada del Programa Integral de Prevención y Control de Cáncer en México (PIPCCM), del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) detalló que de 2007 a la fecha, la mastografía logró la supervivencia de más de cinco años en 80% de los padecimientos detectados en el INCan, mientras en cáncer de próstata, fue de entre 60 y 70%.
La especialista afirmó que la Secretaría de Salud, continúa fortaleciendo la atención médica primaria en padecimientos de cáncer puesto que la prevención del mal es posible hasta en cuatro de cada 10 casos.
Dentro de las enfermedades no transmisibles, el cáncer es la tercera causa de muerte en el país, con una incidencia alta en la población económicamente activa –entre 40 y 50 años–, lo que causa una pérdida de productividad pronosticada en los 70 mil millones de pesos por incapacidad y por el aumento prematuro de los tumores malignos en pacientes jóvenes, dijo Reynoso Noverón.
Se estima que para 2020 los casos de cáncer, derivados de los factores de riesgo como estilos de vida poco saludables y el envejecimiento de la población, podrían alcanzar la cifra de un millón 200 mil.
Luis Alonso Herrera Montalvo, director de Investigación del INCan, apuntó que el cáncer –por ser una enfermedad crónica degenerativa– tiene un alto impacto psicológico, social y económico, de ahí la necesidad de impulsar políticas públicas que permitan un adecuado control de la enfermedad con calidad de vida.
Con estas acciones — comentó—, se podrían ejecutar con éxito programas como el PIPCCM, propuesta interinstitucional que considera en su esquema de manejo de la enfermedad, a los factores de riesgo conocidos, la detección temprana, el tratamiento, los cuidados paliativos y la rehabilitación del paciente.
Herrera Montalvo subrayó que, en el área de investigación, la prioridad es mejorar los tratamientos oncológicos para que los pacientes supervivientes tengan una mejor calidad de vida, y a sus familias proporcionarles la educación e información adecuada sobre el cáncer.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx