En un viernes cualquiera, antes del 24 de octubre, una enorme cantidad de personas llegaba a la terminal de autobuses Papagayo; era el punto de arribo de cientos de turistas.
Hoy, nueve días después de la llegada de “Otis”, una interminable fila de acapulqueños espera su turno para abandonar la ciudad debido a la falta de alimentos, servicios como limpieza y electricidad que dejó el huracán, y la inseguridad.
Se entrevistó a gente que aguardaba turno para subir a los autobuses y la mayoría dijo que la principal razón para irse es la inseguridad. La presencia de elementos de fuerzas federales, estatales y municipales no parece suficiente para darles tranquilidad.
“Nos vemos en la necesidad de irnos porque aquí se está poniendo feo. Desafortunadamente, ahí donde vivo no hay ayuda. Sabemos de repente que verduras, pero en una ocasión nos formamos desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde y no llegó la despensa porque estaba retenida. Entonces, la verdad, hay poco apoyo”, contó la señora Diana Lozano.
Alrededor de 80 corridas diarias dispuestas por empresas particulares, en coordinación con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, salen de la terminal con intervalo de 15 minutos, desde las ocho de la mañana hasta las 8 de la noche.
“Que lleguen anticipadamente, que mantengan el orden y que nos ayuden a cooperar porque luego no cooperan, luego se quieren meter y nosotros intentamos mantener el orden. Ahorita es gratuito hasta nuevo aviso”, dijo uno de los despachadores.
Los únicos destinos a los que salen los autobuses son Chilpancingo, Guerrero, y la Ciudad de México.
“Parte de mi familia se queda. Mis padres, mi sobrina, mi hija y nieto se quedan, pero ni modo, nosotros tenemos que salir a México, primeramente Dios, allá está mi hijo y llegaré con mis hermanos, mi hijo y empezar de nuevo”, dijo la señora Uliana Flores.
Miles de habitantes de Acapulco se van con la esperanza de volver pronto, en mejores condiciones, y aportar para que su ciudad vuelva a ser “la joya del Pacífico”.
“Hay que reiniciar de nuevo, nada, que mientras está la contingencia hay que estar en un lugar seguro. La verdad ahorita no, la inseguridad, la oscuridad”, señaló un ciudadano que sólo se identificó como Héctor.