El intento de captura del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, en un restaurante de la Colonia Roma, Ciudad de México, ha desatado un intenso debate político. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que este incidente está vinculado a rivalidades políticas, destacando que la detención no contaba con un procedimiento legal adecuado.
López Obrador subrayó que, sin un proceso formal iniciado, no es posible que policías judiciales de otros estados detengan a alguien sin la colaboración de la Fiscalía de la Ciudad de México. El mandatario explicó que la situación se intensificó al acercarse la toma de posesión de Corral como senador, lo que complicaría su enjuiciamiento debido a su inmunidad legislativa.
El exgobernador, quien ha mostrado cercanía con el gobierno de la Cuarta Transformación, ha sido mencionado como posible integrante del gabinete de la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum. Su alianza con Morena y otros aliados desde finales del año pasado refuerza la percepción de que este intento de detención es parte de una estrategia política más amplia. La situación sigue generando reacciones y podría tener repercusiones en el panorama político del país.