El pasado julio marcó un hito climático al convertirse en el mes más seco en 82 años, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Esta sequía histórica ha tenido un impacto significativo en el nivel de almacenamiento del Sistema Cutzamala, generando preocupaciones sobre el abastecimiento de agua en la región.
Expertos del SMN, como Miguel Ángel Gallegos, confirmaron que julio de este año ha sido el más seco desde 1941. Esta falta de lluvias se sumó a una ola de calor que afectó al país entre el 1 y el 22 de junio, agravando aún más la situación. Como resultado, la región que alberga las presas del Cutzamala se encuentra en una condición de sequía crítica.
Citlali Peraza, directora del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), explicó que el bajo nivel de almacenamiento se debe a un aumento significativo en la cobertura de sequía extrema, que pasó del 49.3 al 60.9 por ciento. Aunque ha habido precipitaciones en las presas que han elevado ligeramente los niveles, estos todavía no alcanzan los niveles del año pasado. Mientras que en la última semana las presas han aumentado del 33.8 al 34.8 por ciento de su capacidad, en contraste, en 2022 se encontraban al 46.2 por ciento.
Los datos revelan que el promedio histórico de lluvia en la región entre 2001 y 2022 fue de 433 milímetros, pero este año solo se han registrado 356 milímetros. Incluso en los primeros días de agosto, las lluvias en el área del Cutzamala se mantienen por debajo de la norma, con solo 50 milímetros de precipitación.
Citlali Peraza destacó la preocupante disparidad entre el presente y el año anterior: “En comparación con los 200 milímetros de agosto del año pasado, esto representa un déficit del 75 por ciento”. Además, señaló que a pesar de las tormentas recientes, la Ciudad de México también ha experimentado niveles de lluvia por debajo del promedio histórico.
La combinación de sequías persistentes y disminución de las precipitaciones plantea serias preocupaciones sobre la disponibilidad de agua en la región del Cutzamala y resalta la necesidad de medidas de conservación y gestión hídrica efectivas para enfrentar los desafíos climáticos actuales.
