La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha sido instruida a coordinar la aplicación de la prueba PISA en México durante abril y mayo de 2025, tras la suspensión definitiva otorgada por el Poder Judicial de la Federación. Esta decisión se deriva de un amparo promovido por la organización civil Educación con Rumbo, que busca asegurar la realización de esta evaluación internacional en el país.
En un comunicado, Educación con Rumbo destacó que, además de la prueba PISA, se llevará a cabo una prueba piloto en octubre de este año, que será gestionada por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval). La organización enfatizó que el fallo judicial obliga a la SEP a realizar todos los trámites necesarios para garantizar la correcta implementación de la prueba.
Paulina Amozurrutia, coordinadora nacional de Educación con Rumbo, subrayó que la confirmación de la aplicación de la prueba PISA es un avance significativo que permitirá establecer políticas públicas en educación para la próxima administración. Este proceso es visto como una oportunidad para evaluar y mejorar el sistema educativo en México.
Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de críticas. Claudia Sheinbaum, entonces candidata presidencial, cuestionó la orientación del sistema educativo hacia la preparación para la prueba PISA, sugiriendo que no debería ser el objetivo principal de la enseñanza. En su opinión, el enfoque educativo debe centrarse en el aprendizaje integral, abarcando ciencias, humanidades y lectura, en lugar de estar limitado a obtener buenas calificaciones en exámenes estandarizados.
La SEP se encuentra actualmente en proceso de cumplir con lo dictaminado por el Poder Judicial, y la colaboración con el Ceneval es uno de los primeros pasos hacia la implementación de estas evaluaciones cruciales para el futuro educativo del país.