Actualmente 3 de cada 10 personas que viven con Sida, están desempleadas; esto, de acuerdo con un estudio realizado en trece países por la OIT y la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH (GNP+).
Pero, probablemente lo más preocupante sea el segundo hallazgo que indica que aquellas personas que sí tienen trabajo, sufren discriminación por parte de sus jefes y compañeros y viven constantes violaciones a sus derechos laborales.
En este contexto, la OIT y el Programa GNP+ resaltaron la urgencia de otorgar espacios de trabajo en la que las personas puedan desarrollarse plenamente y en total ejercicio de sus derechos.
“Un objetivo tan importante como el de contener la epidemia y garantizar el bienestar de las personas que viven con VIH no puede ser alcanzado sin poner fin al estigma en el lugar de trabajo”, recalcó Sasha Volgina, directora de GNP+.
Shauna Olney, jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad de la OIT, exhortó a las autoridades competentes a intensificar los esfuerzos para reducir el prejuicio y discriminación en el campo laboral hacia las personas con VIH, ya que la enfermedad no les impide desempeñarse con normalidad en un empleo.
Fuente: sdpnoticias.com