Las recientes lluvias en México han traído un respiro significativo al país, con una reducción del 19.08% en las regiones que enfrentaban sequía de moderada a excepcional. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al inicio de la temporada, un alarmante 73.79% del territorio nacional presentaba algún grado de sequía.
Fenómenos como el huracán ‘Beryl’, que alcanzó la categoría 5, y la tormenta tropical ‘Alberto’ han sido fundamentales en esta mejora, contribuyendo a que las lluvias durante el periodo del 15 de junio al 14 de julio fueran un 63.8% superiores a lo habitual, según el Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas (CTOOH).
Además, estas precipitaciones han beneficiado a 210 presas en el país, aumentando su capacidad de almacenamiento del 38% al 42%, lo que equivale a un volumen total de 52 mil 623 millones de metros cúbicos. Esto es crucial para la gestión del agua en un país que ha lidiado con severas sequías en años recientes.
A pesar de estos avances, las temperaturas extremas persisten. Entre el 8 y el 14 de julio, se registraron más de 47 grados Celsius en Baja California y Sonora, destacando un récord histórico de 52.4 grados en Mexicali el 8 de julio, superando el anterior récord de 52 grados del 28 de julio de 1995. En contraste, algunas zonas de Durango, Estado de México y Puebla reportaron temperaturas mínimas por debajo de los 5 grados.
En cuanto a la temporada de lluvias y ciclones tropicales, el SMN ha pronosticado entre 20 y 23 sistemas para el océano Atlántico, de los cuales ya se han desarrollado tres: Alberto, Beryl y Chris. En el Pacífico, solo se ha formado Aletta de los 15 a 18 sistemas estimados para esta temporada.
La combinación de lluvias y temperaturas extremas plantea desafíos para la gestión del agua y la salud pública en el país, mientras se continúa monitoreando la evolución de los fenómenos meteorológicos.