Los vagos informes sobre la salud de AMLO contrastan con otros líderes mundiales que han enfermado de COVID-19

 

Ya han pasado cinco días desde que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que estaba enfermo de COVID-19, y hasta el momento, no se ha dado a conocer su estado de salud de manera oficial.

A pesar de que el político tabasqueño es altamente mediático, utiliza la propaganda política de manera magistral y le gusta tener los reflectores todo el tiempo, su silencio en redes sociales ha sido sepulcral, lo cual ha avivado las inquietudes por conocer cómo se encuentra.

Hasta el momento, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el subsecretario de Salud y estratega del combate al COVID-19, Hugo López-Gatel, así como el encargado de la Comunicación de la Presidencia, Jesús Ramírez; son los únicos que han hablado, de manera vaga, sobre el estado de salud del mandatario.

Solo se han limitado a asegurar que el mandatario “está muy fuerte”, “está optimista” y que “su salud es buena”. Ni el titular de Salud, Jorge Alcocer, o el encargado de atender al presidente -sea quien sea-, han dado un parte médico oficial.

El vacío informativo en este ámbito ha propiciado rumores, que el gobierno de México no ha sabido contrarrestar.

López Obrador no es el único mandatario que ha resultado contagiado de COVID-19. En la lista se encuentran el Primer Ministro británico, Boris Johnson, el ahora expresidente estadounidense y “gran amigo de AMLO”, Donald Trump; o el brasileño, Jair Bolsonaro, entre otros.

En el caso de Boris Johnson, su equipo de prensa nunca ocultó su estado de salud ni siquiera cuando se agravó y fue hospitalizado e intubado. Mientras que cuando Trump se contagió de COVID-19, el equipo médico que lo atendía ofreció diariamente reportes sobre su estado de salud. Pero en el caso del mandatario mexicano, las información médica oficial ha sido nula.

En lo único que han insistido los funcionarios que han “hablado” de la salud del presidente, es que, aunque ha tenido fiebre, se encuentra confinado y atendiendo los asuntos públicos importantes del país. Pero su intento de dar “certidumbre y tranquilidad” a los mexicanos no ha dado resultado.

Durante la conferencia mañanera de este jueves 28 de enero -la cual ha estado encabezada por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, desde que el mandatario enfermó- Sánchez Cordero insistió en que el presidente síntomas ligeros y sigue en ejercicio de sus funciones.

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“Tal como lo han informado las autoridades de Salud , el señor presidente se encuentra muy bien con síntomas ligeros , en plena recuperación y en ejercicio de sus funciones, atendiendo asuntos públicos y esperamos que cumpla con el aislamiento voluntario de la mejor forma posible y en cuanto los especialistas den su aprobación, pues estará de regreso con nosotros para continuar personalmente de este ejercicio informativo”, indicó la encargada de la política interna del país.

El estado de salud del presidente no es cosa menor, toda vez que, además de ser un asunto de gobernabilidad y de seguridad nacional, pertenece al denominado “grupo de riesgo” debido a su edad (67 años) y a que padece hipertensión y ya ha sufrido dos infartos.

El pasado mes de diciembre, corrió la versión de que el jefe del Ejecutivo ya había sido vacunado contra esa enfermedad.

El 19 de diciembre de 2020, el columnista, Darío Celis, publicó en El Financiero que López Obrador había sido inmunizado con la vacuna china CanSino Biologics. En ese momento, ninguna autoridad salió a desmentirlo.

Días antes, el mandatario aseguró que no había sido vacunado y que lo haría “hasta que le corresponda”, es decir, con el grupo de las personas de la tercera edad o como población de riesgo.

“Si está en diciembre la vacuna claro que me vacuno aquí (en la mañanera), siempre y cuando los médicos decidan de que me corresponde”, dijo en su tradicional conferencia de prensa del 16 de diciembre.

El martes 26 de enero, el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez, aseguró en entrevista con Carmen Aristegui en su espacio radiofónico Aristegui en Vivo, que López Obrador no había sido vacunado.

“Él mismo dijo que tomaba el riesgo de infectarse (…) era importante mandar el mensaje de que no hay privilegios, ni siquiera para el presidente, ni su familia o los miembros del gabinete”, dijo Ramírez.

Pero tras darse a conocer su contagio, saber si fue vacunado o no cobra más importancia, ya que, en caso de que sí fue inmunizado, es importante conocer qué biológico recibió: la de CanSino (China) o la de Pfizer.

Fuente: INFOBAE MÉXICO

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