Magnates mexicanos aumentan su riqueza mientras crece la pobreza extrema

Oxfam revela el alarmante contraste entre la riqueza de los más ricos y el aumento de la pobreza en el país.

América Latina se posiciona como la región del mundo con el mayor contraste entre el 1% más rico y el 50% más pobre, según el informe de Oxfam titulado “Econonuestra. Es tiempo de una economía para todas y todos”. Este informe destaca que los dos hombres más ricos de la región, Carlos Slim y Germán Larrea, concentran más riqueza que 334 millones de personas, que representan la mitad más pobre de la población.

La fortuna de Slim, el más acaudalado, supera los US$100.400 millones, cifra que equivale al doble del PIB de Bolivia o Paraguay, así como al doble de la inversión anual en salud pública de México. Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México, subrayó que en 2022, el 1% más rico de la región concentró casi el 43.5% de la riqueza total, mientras que la mitad más pobre solo obtuvo el 0.8%. Esto implica que las personas más ricas tienen 55 veces más riqueza que la mitad más pobre.

Haas también mencionó un aumento en el número de “milmillonarios”, señalando que actualmente hay 98 en América Latina, quienes en conjunto poseen casi 500 mil millones de dólares, una suma comparable al PIB de Chile y Ecuador. En México, la situación es igualmente alarmante, con altos niveles de pobreza extrema y una política fiscal que no satisface las necesidades de servicios públicos ni aborda temas urgentes como el cambio climático.

La directora de Oxfam destacó que, aunque cinco millones de personas han salido de la pobreza gracias a programas sociales y al aumento del salario mínimo, el contexto de la pandemia de Covid-19 ha incrementado la pobreza extrema. Además, los cinco hombres más ricos de México han visto aumentar su riqueza en un 226.6% durante el actual sexenio.

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Haas reflexionó sobre la noción de que el crecimiento de la riqueza de los grandes empresarios podría beneficiar a la población en general, cuestionando la eficacia del modelo de economía por goteo. A pesar de algunos avances, persisten retos significativos, como el envejecimiento poblacional y la crisis climática, que requieren que el gobierno cuente con recursos suficientes para mejorar el acceso a la salud y la educación.

En el ámbito de la salud, Haas advirtió sobre el aumento de gastos de bolsillo para las familias más pobres, quienes han incrementado sus visitas a farmacias con consultorios, lo que representa una carga financiera considerable. “Todo esto tendría que ser parte de una política social del Estado mexicano, de mejorar el sistema de salud, asegurar su accesibilidad y calidad”, enfatizó.

Finalmente, subrayó que el aumento de la riqueza de algunos individuos no es intrínsecamente negativo, pero hay un riesgo de “captura y control de la economía” en un contexto donde el 43% de la población vive en la pobreza y más de 10 millones en pobreza extrema. “El aumento de estas fortunas no necesariamente significa la mejora en la situación de vida de más del 40% de la población mexicana”, concluyó.

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