La reapertura del Senado de la República para sesionar y aprobar cinco leyes relacionadas con el T-MEC, en semáforo naranja de la contingencia sanitaria, tendrá lugar con diversos protocolos sanitarios y de cuidado para el personal de la institución, los legisladores y sus asesores.
La presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa, llamó a sesión presencial de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para este domingo a las 14:00 horas, y para prevenir contagios de Covid-19 dictó criterios a seguir por los mandos del personal de la Cámara Alta, que incluyen la asistencia a labores cada tercer día y horarios escalonados.
Este domingo la Comisión Permanente votará la convocatoria a sesiones extraordinarias, lunes 29 y martes 30 de junio, para las Cámaras de Diputados y Senadores, a fin de aprobar las leyes del T-MEC, que entrará en vigor el miércoles 1 de julio.
Fernández Balboa dictó diversos criterios “con el objeto de disminuir la densidad de la población en los centros de trabajo, a fin de proteger la salud de todas y todos”, los cuales serán aplicados por titulares de las áreas administrativas, parlamentarias y técnicas. También deberán ser observados por los coordinadores administrativos de las bancadas.
Esta semana, la sede del Senado de la República continuó cerrada por la emergencia sanitaria, conforme a la disposición del semáforo epidemiológico que permaneció en rojo y que pasará a color naranja, lo que permite el trabajo presencial en la sede legislativa.
Una parte del personal acudirá solamente cuando se le llame; se establecerán horarios escalonados; el personal que no deba estar necesariamente en las instalaciones seguirá trabajando desde casa, a través de medios electrónicos y digitales, señala el oficio de la Mesa Directiva.
Además, en las áreas en las que sea posible y conveniente se establecerá que la asistencia del personal sea cada tercer día.
El 1 de mayo se instaló la Comisión Permanente, integrada por 19 diputados federales y 18 senadores, y en esa sesión la mayoría desistió de pedir que se llamara a periodo extraordinario de las Cámaras Baja y Alta, en la que Morena y sus aliados pretendían la aprobación de reformas que darían al Ejecutivo autoridad para modificar el Presupuesto de Egresos.
Por la pandemia se suspendieron las sesiones de la Comisión Permanente y se llevaron a cabo de forma digital, sin que tuviera autoridad para votar asuntos; en menos de tres meses habían fallecido un asesor de un senador, un empleado a cargo de estacionar vehículos y un integrante de los Servicios Parlamentarios de trato directo con los integrantes del pleno.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx