En los últimos cinco años, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado un preocupante incremento en los índices de violencia en el país, alcanzando niveles históricos. Desde diciembre de 2018 hasta la fecha actual, se registraron un total de 156,136 asesinatos, superando los 156,066 homicidios dolosos ocurridos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Estas cifras alarmantes revelan que cada día se establece un nuevo récord de violencia en México. A menos que se intensifiquen los esfuerzos preventivos y operativos para reducir los niveles de asesinatos, que actualmente superan los 30,000 por año, esta tendencia continuará hasta el final del mandato.
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y el reporte diario de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), los homicidios dolosos aumentaron gradualmente durante los años de la administración actual.
En diciembre de 2018, se registraron 3,091 homicidios dolosos, mientras que en 2019 la cifra ascendió a 36,661. En 2020, el número alcanzó los 36,773 asesinatos, seguido de 35,700 en 2021. En 2022, se reportaron 31,944 casos, y desde enero hasta mayo de 2023, se contabilizaron 11,967 homicidios dolosos.
Hasta el momento, el año más violento fue 2020, seguido de cerca por 2019, año en el cual el presidente López Obrador prometió disminuir la violencia y la inseguridad en respuesta a la masacre de 14 personas en Minatitlán, Veracruz. En aquella ocasión, el presidente afirmó: “El compromiso es que en seis meses disminuya la violencia y la inseguridad en Veracruz y en todo México. Lo fundamental es atender las causas, garantizar empleo y bienestar”.
Lamentablemente, en 2022 se superaron los 120,463 asesinatos ocurridos durante el sexenio de Felipe Calderón, quien declaró la guerra al crimen organizado. Además, en 2020, en plena pandemia, se rebasaron los 60,280 homicidios ocurridos durante la administración de Vicente Fox.
La administración actual también ostenta el triste récord de tener el mayor número de meses con más de 3,000 asesinatos, destacando octubre de 2020 (3,347), diciembre de 2019 (3,309), diciembre de 2020 (3,207), octubre de 2019 (3,198) y marzo de 2021 (3,186). Además, se han registrado los días más violentos en la historia reciente del país, como el 1 de diciembre de 2019 con 127 asesinatos, el 24 de mayo de 2022 con 118, el 7 de junio de 2020 con 117 y el 4 de julio de 2021 con 115.
Durante el periodo mencionado, también se han producido varias masacres que han conmocionado a la sociedad mexicana. Entre ellas se encuentran la masacre de abril de 2019, donde 14 personas fueron asesinadas en una fiesta en Minatitlán, lo cual impulsó el despliegue de la Guardia Nacional.
En agosto de ese mismo año, el ataque al bar “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Veracruz, dejó 29 víctimas mortales. Meses después, nueve miembros, incluyendo seis niños, de las familias LeBarón y Langford fueron asesinados en Bavispe, Sonora.
En julio de 2020, en Irapuato, un grupo armado asesinó a 24 jóvenes en un centro de rehabilitación sin registro oficial, siendo considerado el mayor ataque homicida en Guanajuato, el estado más violento del país. En junio de 2022, 18 personas perdieron la vida en un enfrentamiento en la sierra de Valparaíso, Zacatecas.
Ante esta situación preocupante, es crucial que el gobierno redoble sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los ciudadanos y abordar las causas subyacentes de la violencia en México. Es necesario implementar estrategias efectivas que fomenten el empleo, el bienestar y el desarrollo social, así como fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad pública. Solo a través de un enfoque integral y coordinado se podrá lograr una reducción significativa de la violencia en el país.