
Ciudad de México, México.- México se prepara para ingresar a una nueva etapa en el campo de la biotecnología con proyectos de clonación de caballos y toros, así como la aplicación de estas técnicas para preservar especies en riesgo de extinción. El avance ocurre ocho meses después del nacimiento del primer borrego clonado en el país, un logro científico encabezado por especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El hito fue alcanzado mediante la transferencia de núcleos de células somáticas, la misma técnica utilizada para crear en 1996 a Dolly, la primera oveja clonada del mundo. El líder del proyecto, José Ernesto Hernández Pichardo, recordó que este nacimiento marca un punto de inflexión para el desarrollo biotecnológico nacional. “Nos hace sentir muy orgullosos. El próximo año se cumplen 30 años de la clonación de Dolly y, aunque muchos países lo han logrado, en América Latina somos el sexto país en hacerlo”, destacó.
El camino hacia el primer clon mexicano requirió casi 14 años de trabajo en el Laboratorio de Manejo de la Reproducción de la UAM Xochimilco, además de más de una década previa de investigación en fertilización in vitro y conservación de material celular, cuyos inicios se remontan a los años 2000. El impulso definitivo llegó gracias a una colaboración con la Universidad de Chapingo, encargada de la implantación de embriones, mientras que la UAM mantiene la especialización en producción embrionaria.
Aunque aún no han decidido el nombre del borrego clonado —que actualmente vive en Chapingo—, los científicos ya trabajan en una nueva fase del proyecto. La UAM recibió recientemente seis borregas para experimentar con una técnica avanzada de microinyección embrionaria, que permitirá introducir los embriones directamente en los animales sin necesidad de incubadora.
“Este es solo el principio”, afirmó José Luis Rodríguez, doctorante en Ciencias Biológicas y de la Salud, especializado en la técnica de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). El investigador explicó que una de las metas principales es recuperar y replicar material genético de individuos con alto valor productivo o afectivo, como ganado de élite o mascotas.
A partir del éxito con la oveja, el equipo ya trabaja en los protocolos para la clonación de equinos y bovinos. “El procedimiento es el mismo: tomar una muestra de piel, cultivarla, obtener los ovocitos, quitarles su ADN, introducir la célula somática, reprogramar ese núcleo y ponerlo a desarrollar”, explicó Hernández Pichardo.
Con estos proyectos, México se suma a la vanguardia regional de la clonación animal y abre una puerta a nuevas aplicaciones en conservación, ganadería, biomedicina y reproducción asistida.










