México compra tarde y caro respiradores para enfrentar al Covid-19

Más de 23 mil respiradores artificiales fueron adquiridos por nueve países latinoamericanos desde comienzos de marzo y hasta finales de mayo para dotar las unidades de cuidado intensivo (UCIs) de sus hospitales y atender a los centenares de enfermos graves por Covid-19 que los requieran.

Las inversiones realizadas por los gobiernos nacionales de estas nueve naciones superaron los 320 millones de dólares (mdd), pero no todos los países comenzaron a comprar los respiradores en las etapas más tempranas de la pandemia ni pagaron los mismos precios por los aparatos, según una investigación de la alianza periodística transfronteriza Centinela Covid-19.

México comenzó a concretar sus primeras adquisiciones a finales de marzo y la mayoría de las compras sucedieron hasta abril y mayo, a diferencia de Costa Rica, Argentina, Uruguay, Paraguay y Perú, que empezaron a comprar desde febrero y principios de marzo, de acuerdo con la revisión a 129 contratos gubernamentales en Latinoamérica.

Dependiendo de los modelos y el volumen de compras, que varían en cada país, México también realizó inversiones más sustanciosas y los costos unitarios fueron más altos en comparación con lo ejercido por otras naciones dentro del lapso analizado.

Desde que los primeros casos se detectaron en América Latina en febrero y marzo, los países comenzaron una frenética carrera por obtener los respiradores artificiales, que actúan como bomba de presión para inhalar oxígeno y que según su categoría pueden llegar a suplantar las funciones de un pulmón.

Forzados por el afán de prepararse lo antes posible ante una potencial demanda masiva de UCIs debidamente equipadas, todos los gobiernos hicieron sus compras bajo la modalidad de contratación directa que, según la organización Open Contracting Partnership (OCP), eleva el riesgo de irregularidades.

En México, el gobierno federal empezó desde marzo a asignar contratos sin concurso público para comprar ventiladores pulmonares, como lo constata la base de compras gubernamentales CompraNet, aunque algunos de esos contratos estuvieron envueltos en irregularidades y fueron acusados de favoritismo; a la postre fueron rescindidos.

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Desde marzo y hasta finales de mayo, el gobierno mexicano erogó unos 2,100 millones de pesos para la compra de 2,297 aparatos, según los contratos públicos, aunque hay otras adquisiciones que no están en CompraNet, como los 322 ventiladores Hamilton que México le compró a Estados Unidos a precio preferencial (entre 16 mil y 24 mil dólares por unidad) como parte del acuerdo alcanzado el 17 de abril entre ambas naciones.

La alianza Centinela, conformada por diversos medios en la región latinoamericana para investigar temas relacionados al coronavirus, encontró que los países que fueron más precavidos y salieron más temprano a comprar obtuvieron mejores condiciones, antes de que los precios de los aparatos se dispararan debido a la súbita demanda mundial simultánea.

También descubrió que dos países, Argentina y Brasil, realizaron el grueso de sus compras a industrias nacionales, permitiéndoles mayores volúmenes a menores precios. Hubo países, como Colombia y Perú, que hicieron múltiples pedidos a diversos precios en distintos momentos y otros, como México, que hicieron una inversión proporcionalmente mayor pero obtuvieron al final una cantidad menor de ventiladores.

Guatemala, el país más pobre de los comparados en esta investigación, hizo algunas compras de respiradores muy costosos, incluyendo tres respiradores para niños y bebés recién nacidos a más de 100 mil dólares cada uno, a pesar de que estos dos grupos no están entre la población que más frecuentemente está necesitando de estas máquinas para sobrevivir el virus en otras partes del mundo.

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx

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