San José, Costa Rica– Por ser los países que tienen nexos directos con el accidente aéreo que ocurrió el pasado viernes en La Habana, como la nacionalidad de los tripulantes, la matrícula de la aeronave, la sede del diseño y de la fabricación del avión y el sitio del percance, México, Estados Unidos y Cuba compartirán las investigaciones sobre la catástrofe, que dejó un saldo de 111 muertos y dos sobrevivientes graves, anunció hoy el gobierno cubano, escribe El Universal.
El periódico “Granma”, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), informó que las autoridades cubanas indagarán las causas del siniestro “con apoyo de México y Estados Unidos” y que, de acuerdo con los protocolos internacionales, encabezarán las investigaciones para determinar el origen de la tragedia “y hacer recomendaciones para que hechos similares no se repitan”.
El rotativo precisó que una “de las tareas de la comisión investigadora es recolectar y preservar todas las piezas de la aeronave”.
El gobierno de Cuba, añadió, aceptó la colaboración de expertos de Estados Unidos, en calidad de Estado donde se fabricó el Boeing 737-200 siniestrado, y de México, base de la empresa Global Air y de su subsidiaria Aerolíneas Damojh, propietaria de la aeronave rentada por Cubana de Aviación que se precipitó a tierra poco después de partir del aeropuerto internacional José Martí, de La Habana.
El periódico publicó hoy martes que el estadounidense Terry Williams, oficial de Asuntos Públicos de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), principal institución estadounidense encargada de las investigaciones sobre accidentes en la transportación, explicó las razones para la conformación del grupo tripartito.
En una declaración que entregó a “Granma” por vía electrónica, Williams dijo que Cuba es el “Estado del suceso (donde ocurrió el incidente), y por lo tanto conducirá las investigaciones. El avión accidentado fue fabricado y diseñado por Boeing, por lo que Estados Unidos es el Estado de diseño y fabricación y tiene la responsabilidad y el derecho de nombrar un representante acreditado. Además, el avión estaba rentado a México, con pilotos mexicanos certificados por ese país, de ahí que México también tiene el derecho de nombrar un representante acreditado como el Estado de matrícula del avión”.
A las 12.08 horas de Cuba del pasado viernes (11:08 en el centro de México), un Boeing 737-200 matrícula mexicana XA—UHZ, fabricado en 1979, arrendado por Cubana de Aviación, con tripulación mexicana, con 113 pasajeros a bordo y que iba a cubrir el recorrido de La Habana a la oriental ciudad de Holguín en el vuelo DMJ 0972, se precipitó a tierra en el momento del despegue y cayó en un sector entre el aeropuerto José Martí, en el sur de la provincia capitalina, y Santiago de Las Vegas, en la misma zona.
Emisarios. Williams explicó que cada uno de los tres países podrá nombras a sus representantes en la indagación, basados en el convenio de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), agencia especializada del sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que estableció las responsabilidades y protocolos para las investigaciones internacionales de catástrofes como la ocurrida en La Habana.
Cada representante acreditado puede nombrar asesores técnicos para asistirlos en la investigación, por lo que un investigador de la Administración Federal de Aviación de EU viajó a Cuba el pasado junto al representante acreditado por ese país y a otro investigador del NTSB, narró. Los ingenieros de Boeing y los pilotos que cooperarán se unirán al grupo esta semana.
“El representante acreditado de EU y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte ha nombrado a Boeing, Pratt & Whitney (fabricante del motor del avión siniestrado) y la Administración Federal de Aviación como asesores técnicos para asistirlo con la investigación”, detalló.
“Granma” también informó que la firma fabricante del 737-200 anunció el sábado anterior su disposición a colaborar y que comunicó que un equipo técnico de Boeing “está listo para asistir, de acuerdo con la ley estadounidense y a partir de las direcciones de la NTSB y de las autoridades cubanas”.
“Todos los asesores técnicos de EU estarán bajo el control del representante acreditado de EU, cuya misión es apoyar a Cuba en la investigación”, puntualizó Williams.
Al respecto, el ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo, aseguró que los expertos extranjeros recibirán “todas las facilidades necesarias dentro de las normas legales establecidas para avanzar en las investigaciones”.
Yzquierdo dijo a la prensa que, por la parte cubana, la comisión encargada es encabezada por Armando Daniel López, presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba.
Pese a las desavenencias políticas entre Washington y La Habana, en ocasiones previas los dos gobiernos cooperaron en materia aeronáutica, confirmaron fuentes oficiales.
Ambos países suscribieron en 2016 dos acuerdos, todavía vigentes, sobre los vuelos directos EU-Cuba y acerca de la seguridad de los viajeros y del comercio.
Bloqueo. Yzquierdo recordó que el embargo o bloqueo económico que, por razones políticas, EU impuso desde 1962 a Cuba, es una de las “principales limitaciones para el desarrollo y ampliación de la industria aeronáutica” de la isla.
La Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios (Ecasa) y la aerolínea Cubana de Aviación sufrieron en 2017 pérdidas superiores a los 49 millones de dólares y 21 millones de dólares, respectivamente, por el bloqueo, según un informe que Cuba presentó el año pasado ante la ONU.
Por el impacto del bloqueo, Cuba decidió como política habitual rentar aeronaves a compañías extranjeras, ya que las sanciones unilaterales de EU entorpecen las compras.
“Hay distintas fórmulas de renta; en este caso Global Air estaba responsabilizada del mantenimiento. Este avión lo habíamos rentado hace menos de un mes”, recalcó el ministro.
“Granma” publicó que, según las autoridades de aviación mexicanas, Global Air aprobó el año pasado sus inspecciones de seguridad y que el Boeing 737-200 accidentado en Cuba tuvo su última revisión entre el 21 y 24 de noviembre del 2017.
La inspección determinó que la compañía ejecutó “la aplicación de los servicios de mantenimiento conforme al programa de mantenimiento del fabricante y el programa de mantenimiento aprobado por la Dirección General de Aeronáutica Civil”, según el gobierno de México, adujo Yzquierdo. “Conservamos toda la documentación donde se refleja que la tripulación estaba certificada y apta”, alegó.
“Cuba cuenta con reconocimiento internacional por sus prácticas en la seguridad operacional de la aviación y por su colaboración con otros países”, destacó “Granma”.
Fuente: diario.mx