En un movimiento inédito, el Gobierno de México extraditó a 29 narcotraficantes a Estados Unidos, incluyendo a Rafael Caro Quintero, buscado por la DEA desde hace décadas por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena. La entrega se realizó al margen de los procesos de extradición tradicionales y horas antes de una reunión del Gabinete de Seguridad con el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, donde se discutirían posibles aranceles a México por su acción contra el narcotráfico.
Entre los extraditados también están los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, alias “Z-40” y “Z-42”, líderes de Los Zetas, así como capos del Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste, La Nueva Familia Michoacana y el Cártel del Golfo. El gobierno de Donald Trump los ha calificado como organizaciones terroristas, lo que podría abrir la posibilidad de nuevos cargos por terrorismo y la aplicación de la pena de muerte.
El Departamento de Justicia de EE.UU. confirmó que seis de los extraditados, incluyendo a Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, podrían enfrentar la pena capital, restablecida recientemente por el Presidente Trump. Los detenidos fueron trasladados desde ocho penales federales al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), desde donde partieron hacia diversas ciudades estadounidenses.
