En la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, autoridades mexicanas fueron cuestionadas sobre posibles actividades de espionaje de Estados Unidos en México, tras el avistamiento de aeronaves militares estadounidenses en la frontera y en el Golfo de California.
El secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, reconoció que no se puede descartar el espionaje, aunque aseguró que los vuelos registrados el 31 de enero y el 3 de febrero se realizaron en espacio aéreo internacional y no en territorio mexicano.
“No sabemos qué fue lo que hicieron”, admitió Trevilla, y agregó que el Gobierno de México no ha recibido solicitudes de EE.UU. para autorizar vuelos de este tipo en su espacio aéreo.
La aclaración surge luego de que CNN reportara que Estados Unidos ha intensificado la vigilancia sobre los cárteles de la droga en México, realizando 18 misiones con aviones espía, incluidas 11 con aeronaves P-8 Poseidón, especializadas en reconocimiento e inteligencia.
Uno de los vuelos más recientes, realizado el 3 de febrero, correspondió a un Boeing RC-135V, un avión de la Fuerza Aérea de EE.UU. diseñado para la intercepción de señales. Su presencia sobre el Golfo de California generó inquietud en redes sociales.
A pesar de esto, la Sedena reiteró que la aeronave no ingresó en espacio aéreo mexicano y que cualquier actividad de cooperación con EE.UU. en materia de seguridad se rige por acuerdos bilaterales y el respeto a la soberanía.
Claudia Sheinbaum minimizó la situación, asegurando que estos vuelos en espacio aéreo internacional “no son algo extraño”, aunque la vigilancia aérea de EE.UU. sobre México sigue generando dudas y especulaciones sobre su verdadero propósito.
