En la actualidad, los bosques de México están siendo saqueados de manera clandestina y de ellos se está obteniendo y comercializando madera ilegal. Según datos de la plataforma Global Forest Watch, en el 2019 el país perdió 321.000 hectáreas de bosques y en el 2020 se perdieron otras 127.000.
De acuerdo con Greenpeace, la tala ilegal es una de las principales causas de la deforestación en el territorio nacional.
A su vez, la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, la doctora Leticia Merino, denuncia que “no hay vigilancia forestal y prácticamente, no hay sanción forestal”.
Socavados por el crimen organizado
“Ahora yo acabo de estar en el estado de Michoacán y me informaba el funcionario local encargado de bosques que sólo había 3 inspectores de PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) para el Estado, encargados de pesca, minería, forestal; entonces el costo de infringir la ley es muy bajo o se practica aleatoriamente y generalmente se sanciona a los más pequeños, a los más vulnerables”, manifestó Merino.
Son 1.300 ejidos y comunidades los que decidieron crear empresas forestales para hacer de la madera un negocio sostenible, pero el crimen organizado les ha comido el negocio.
De los 24 millones de metros cúbicos de madera que se producen al año, 8 son legales, 8 importados y el resto, no se sabe cómo ni de dónde se obtiene.
Un Estado ausente
“La gente que hacía buen manejo del bosque, con permisos, haciendo el esfuerzo de tener permisos, incluso comunidades certificadas internacionalmente, están asediadas por estas bandas de criminales y no hay presencia del Estado en muchas regiones, entonces pues hay una situación sumamente compleja que está muy lejos de resolverse”, explica Merino.
Ante ello, la Cámara de Senadores, ha exhortado a la Secretaría del Medio Ambiente a que se refuercen las acciones para concientizar a la población sobre el problema que representa la tala indiscriminada.
‘Un futuro negro’
“Yo creo que el futuro es realmente muy malo. Creo que hay que replantear. Por un lado, hay que fortalecer el estado de derecho en las zonas forestales, aumentar la presencia de PROFEPA”, advierte la investigadora de la UNAM.
Y concluye: “Si seguimos como va esto el futuro es muy negro, si nos ponemos pesimistas, se va a seguir perdiendo bosque de la manera en que viene sucediendo”, concluye .
Mientras tanto el Programa Nacional Forestal 2020-2024 declara como objetivo que “las zonas críticas no se incrementen” y promete que para 2040 se habrá erradicado la tala ilegal. La pregunta es cómo, frente a un problema mayúsculo que está acabando con los bosques mexicanos.
Fuente: https://actualidad.rt.com/