La iniciativa de Andrés Manuel López Obrador de hacer que México sea autosuficiente en gasolina y diésel podría traer de vuelta, tan pronto como el próximo año, las importaciones de crudo que el presidente criticó alguna vez.
Pemex estima un déficit de suministro de petróleo de 47 mil barriles diarios en 2023 y 97 mil en 2024 debido a la capacidad adicional de procesamiento de crudo en su planta de Cangrejera, según documentos de la compañía.
Eso a pesar del pronóstico de la compañía de que la producción de petróleo aumentaría un 14 por ciento a 2 millones de barriles diarios a partir de diciembre, según muestran los documentos.
En una presentación del 28 de diciembre, la petrolera dijo que durante los próximos dos años “se estarían realizando las adecuaciones necesarias para satisfacer la demanda” con intención de compensar el déficit de suministro de crudo.
López Obrador ha hecho de la independencia energética una pieza central de su agenda. En un intento por asegurar que México tenga suficiente crudo para producir toda la gasolina y el diésel que el país necesita, su administración planea dejar de exportar petróleo el próximo año.
La importación de petróleo para producir combustible sería la primera para el país desde 2018, cuando López Obrador criticó duramente la compra de crudo estadounidense bajo la administración de Enrique Peña Nieto.
En ese momento, AMLO dijo en Twitter que la importación de 1.4 millones de barriles de crudo Bakken de la refinería estadounidense Phillips 66, había sido “una muestra más del gran fracaso de la política económica neoliberal o neoporfirista de los últimos 30 años”.
Ahora, la suspensión de exportaciones corre el riesgo de convertir a México en un importador neto de crudo porque Pemex no tiene los volúmenes de petróleo necesarios para satisfacer el consumo de combustible del país, afirma Nymia Almeida, analista de Moody’s Investor Service.
En 2021, Pemex importó alrededor de un 60% de la gasolina que vendió en México.
Por tanto, al buscar el fin de las importaciones de combustible, México podría terminar importando petróleo, al menos temporalmente.
Pemex planea aumentar su capacidad de procesamiento de crudo en su planta Cangrejera en 133 mil barriles diarios en 2023, y también incorporará dos nuevas plantas al sistema nacional de refinación el próximo año: la instalación Dos Bocas en construcción en el estado de Tabasco y la refinería Deer Park, cerca de Houston, con una capacidad combinada de más de 650 mil barriles diarios.
La compañía se ha puesto como objetivo aumentar las tasas de utilización de las refinerías un 86% en dos años, un logro importante teniendo en cuenta que la última vez que las tasas de utilización se utilizaron por encima de un 50% fue en 2016. El año pasado, sus seis refinerías existentes promediaron un 44% de la capacidad, según datos disponibles en el sitio web de Pemex.
