
El Banco Mundial ha difundido un índice global de crimen organizado en el que México se ubica en la tercera posición entre 193 países, solo por debajo de Myanmar y Colombia.
Este posicionamiento refleja la persistente influencia del crimen organizado en el país, afectando diversas áreas como la seguridad, la economía y la gobernabilidad.
El informe destaca que, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, las organizaciones criminales continúan operando con fuerza, involucrándose en actividades como el narcotráfico, la trata de personas y delitos financieros.
Además, se señala que la violencia asociada al crimen organizado ha generado un impacto significativo en la sociedad mexicana, con altos índices de homicidios y desplazamientos forzados.
Este diagnóstico subraya la necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad y justicia en México, así como de promover la cooperación internacional para combatir eficazmente el crimen organizado.










