Durante décadas, México consideró la adicción como un problema de los estadounidenses, pues a pesar de ser un país en el que el flujo de droga incrementó drásticamente, en su mayoría las sustancias cruzaban la frontera.
Sin embargo, la historia cambió cuando el tráfico comenzó a estancarse en el mercado interno.
“Si bien las tasas de consumo de drogas siguen siendo muy inferiores a las de Estados Unidos, el porcentaje de hombres mexicanos entre 12 y 65 años que consumieron drogas ilegales casi se duplicó en la última década (hasta el 15,8 por ciento) mientras que el porcentaje de mujeres aumentó más del doble ( 4.3 por ciento)”, señaló el diario estadounidense The Washington Post en su nota de primera plana este 26 de diciembre, titulada El narcotráfico en México golpea su propio hogar.
Ahora los funcionarios mexicanos deben tener en cuenta el creciente consumo de heroína en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez; cocaína circulando en la escena playera de Acapulco; y adictos a la metanfetamina llenando centros de rehabilitación en el oeste del estado de Jalisco.
“Se produce en México, eso es un problema, y lo exportamos, pero cada año se quedan más personas aquí, y la gente comienza a consumirlo“, dijo en entrevista con WP Manuel Mondragón y Kalb, jefe de la Comisión Nacional contra las Adicciones de México, parte del Ministerio de salud.
Además, Mondragón señaló que a pesar de “no tener un boom de consumo, en algunos estados sí tenemos un problema”. Por ejemplo, Tijuana, que al compartir frontera con San Diego, se ha convertido en una de las áreas más problemáticas.
Según la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, fue entre 2013 y 2016, cuando impulsado por “el voraz apetito” de los estadounidenses, México triplicó la producción. Además, a medida que las autoridades de Estados Unidos tomaron medidas enérgicas contra los laboratorios estadounidenses de metanfetamina, la producción se trasladó a México.
Esta situación generó que las 54,400 libras de metanfetamina decomisadas por los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en 2017, triplicó la cantidad retenida durante cinco años previos.
El Washington Post señala que tras las medidas de seguridad que el gobierno estadounidense impuso luego del atentado del 9/11, las drogas se han agrupado del lado mexicano.
“Los cárteles han inundado la frontera “con enormes cantidades de metanfetamina que no pueden cruzarse a Estados Unidos, por lo que tan rápido como llegan, los distribuidores de nivel medio y bajo lo expulsan a los mercados locales“, señaló un funcionario de la fuerza pública estadounidense, en anonimato, con WP.
Las drogas se han convertido en algo cotidiano en el entorno mexicano a pesar de que los funcionarios mexicanos aseguren estar trabajando duro para crear conciencia sobre el problema de las drogas. Incluso, la Comisión Nacional contra las Adicciones ha desarrollado alianzas con las escuelas militares y públicas y ha establecido consejos a nivel estatal para promover la prevención.
Sin embargo, no hay señales de que la tendencia se revierta.
Fuente: http://aristeguinoticias.com