“Montadeudas”, la nueva estafa digital

Tener un trabajo con pago por comisiones, enfermedades familiares, un emprendimiento de su esposa que no termina de despegar, el pago de servicios, la hipoteca y los estudios de sus hijos, hicieron que Armando buscara desesperadamente una forma de allegarse de dinero para salir del paso.

No quería pedir prestado a sus amigos ni inquietar a su familia con la situación económica y se le hizo fácil teclear en el celular de su teléfono: “créditos personales”, en un segundo le parecieron varios anuncios con la promesa de “préstamo en 5 minutos”, exploró y bajó una aplicación.

Amando pidió un préstamo por 15 días para “salir del paso” y lo pagó, pero días después le llegó otra apuración. Ahora, se fue directo a la tienda de aplicaciones de su celular y puso las mismas palabras, solo que esta vez le aparecieron más 50 apps disponibles para prestarle dinero.

La situación no mejoró y el segundo préstamo ya no pudo pagarlo, así que acudió a otro crédito para pagar el primero y así se fue llenando de deudas, hasta que tenía más de 40,000 pesos en créditos y amenazas recurrentes a su WhatsApp para recordar que el día de vencimiento se acercaba y, que de no hacerlo, enviarían mensajes a todos sus contactos para evidenciar su falta de cumplimiento.

“Sacar préstamos en la aplicaciones es muy fácil; yo creí que podía controlarlos, pero hubo unos meses en que no me cayeron pagos que tenía programados y tuve que endeudarme más para que no se vencieran los créditos y el tiempo me fue ganando. Me daba miedo que a mis clientes les fuera a llamar o mandarles fotos mías”, expresa.

Armando explica que cuando sacas un crédito vía estas aplicaciones no te piden aval, comprobante de ingresos o de que no estás en el Buró de Crédito, en cambio te piden que les des acceso a tu cámara, calendario, contactos y fotos de tu celular. “Les abres tu celular y prácticamente hacen lo que quieren”.

ste padre de familia de Gustavo A. Madero señala que muchas aplicaciones hacen trampas para quedarse con tu dinero. “Me ocurrió que un préstamo a ocho días, pedí 5,000 pesos y solo me depositaron 2,700 pesos, pero me cobraron como si me los hubieran dado completo, ¿a quién le reclamas?”, cuestiona.

Para Armando la situación se volvió insostenible, los mensajes de “recordatorios” de pago comenzaban a llegar tres días antes con llamadas, mensajes de teléfono y por redes sociales. Tuvo que hablar con su familia y su hermano le ayudó a sacar un crédito bancario para liquidar de una vez por todas los préstamos en las apps en las que los intereses cambian sin previo aviso.

“Yo me endeudé justo para evitar que me exhibieran y afortunadamente ya me deshice de eso, pero conozco gente a la que sí la boletinaron como secuestrador o estafador con todos sus contactos”, platica.

A la práctica que padeció Armando se le conoce ahora como “montadeudas”, y es una forma de extorsión que está creciendo como la espuma. De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México entre enero y junio de este año se reportaron 5,452 eventos por este esquema de extorsión.

La estafa parte de la oferta de un préstamo fácil e inmediato, prácticamente sin requisitos, a través de aplicaciones para dispositivos móviles; los intereses incrementan sin previo aviso hasta volverse impagables y ahí empiezan las amenazas para extorsionar al deudor”, explica el presidente del Consejo, Salvador Guerrero Chiprés.

Entre enero y junio de 2021, se reportaron 161 eventos de “montadeudas” por mes; sin embargo, en este año el delito ha crecido a 892 cada 30 días, lo que representa un incremento de 454%.

La Ciudad de México es la entidad que más reportes tiene por “montadeudas”, pues concentra 55%, seguido de entidades como Veracruz, México, Coahuila, Veracruz, Jalisco y Puebla.

En 86% de los casos que tiene registro el Consejo Ciudadano, los montos de los préstamos oscilan entre 500 y 10,000 pesos, aunque también hay adeudos por más de 100,000 pesos.

“Para el cobro, los delincuentes, que ya habían solicitado desde la app acceso al teléfono de la víctima, amenazan con exhibirla y desprestigiarla con sus contactos, difundir material íntimo o lastimarla a ella y a sus familiares”, detalla Chiprés.

A 36% de las víctimas las amenazaron con cobrar la deuda a sus contactos, a 19 % con difamarla y a 18% le hicieron advertencias o insultos, muestran datos del Consejo Ciudadano.

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