
La bancada de Morena en la Cámara de Diputados intentará por segunda vez en casi seis años reducir en un 50% el financiamiento público que reciben los partidos políticos en México. Esta iniciativa, que se presentará próximamente, también contempla recortes al presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) y modificaciones al sistema de representación proporcional, incluyendo la reducción del número de diputados y senadores asignados por este mecanismo. El coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, trabaja esta propuesta con base en planteamientos de la presidenta Claudia Sheinbaum y el equipo de la Cuarta Transformación.
Este proyecto tiene como objetivo disminuir los elevados costos que implica la política y las elecciones en el país, alineándose con la visión del gobierno para hacer el sistema electoral más eficiente y menos oneroso para el erario público. Sin embargo, para lograr que la reforma avance y sea aprobada, Morena deberá convencer a sus aliados políticos, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que en el pasado se han mostrado reticentes o han votado en contra de recortes similares.
PT y PVEM han expresado reservas sobre eliminar ciertos mecanismos como los plurinominales y bajar tan drásticamente los recursos, señalando la importancia de evitar que el sistema quede desequilibrado o que se debiliten las instituciones públicas esenciales para la representación democrática. Por ello, Morena busca negociar una propuesta que mantenga la representación de las minorías y ofrezca un reparto más equitativo de los recursos, tomando en cuenta las preocupaciones de sus aliados.
En la última distribución de prerrogativas para 2025, los partidos recibieron más de 7 mil millones de pesos en conjunto, un costo señalado por Morena como insostenible. La reforma propuesta también pretende modificar cómo se asignan las diputaciones y senadurías plurinominales para que todos sean electos directamente en las urnas, una medida que busca fortalecer la legitimidad democrática.
Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio para transformar el sistema electoral mexicano, reducir gastos y fortalecer la autonomía e independencia del INE, así como combatir posibles fraudes electorales. Aun así, el camino hacia la aprobación dependerá de que Morena consolide consensos en el Congreso, especialmente con los partidos aliados que hasta ahora son el principal obstáculo para una reforma electoral profunda.










