En las recientes elecciones de 2023, el partido oficialista Morena sigue consolidando su poder y se posiciona como favorito para ganar la gubernatura del Estado de México, que históricamente ha sido controlada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Cuando Morena fue fundado en 2011 por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, carecía de influencia tanto a nivel estatal como en el Congreso. Sin embargo, más de una década después, el Movimiento de Regeneración Nacional gobierna en 21 estados, mientras que el PRI solo conserva el control en Durango y Coahuila, donde su candidato, Manolo Jiménez, se perfila como el próximo gobernante estatal.
Aunque Morena obtuvo una victoria parcial en las elecciones de este año, su candidato en Coahuila, Armando Guadiana, quedó rezagado detrás del aspirante de la oposición.
Según los expertos, esta derrota se atribuye en gran medida a la falta de fortaleza de Guadiana como candidato, en contraste con la figura de Manolo Jiménez, a quien se le conoce como el “segundo Peña Nieto”.
El panorama electoral revela que Morena se convierte en el partido con mayor representación en los gobiernos estatales, con 21 entidades bajo su dominio. El PRI se queda solo con dos, mientras que el Partido Acción Nacional (PAN) mantiene el control en cinco estados. Los Partidos Encuentro Social y Verde Ecologista de México cuentan con una entidad cada uno.
Hasta ahora, el PAN y el PRI han logrado resistir el desgaste político gracias a las alianzas que han formado en diferentes regiones. Mientras tanto, Morena ha establecido pactos con sus aliados, quienes reconocen que en 2024 el partido del presidente López Obrador podría mantenerse en el poder.
La amarga derrota que sufrió Morena en 2012, cuando López Obrador perdió las elecciones presidenciales ante Enrique Peña Nieto, es cosa del pasado tras la caída del PRI en el Estado de México.
La situación ha dado un giro de 180 grados, ya que actualmente el PRI se encuentra cerca de la desaparición con solo dos gubernaturas en todo el país. La incógnita ahora es si el partido tricolor fortalecerá su alianza con el PAN o respaldará a Morena.