MRS / Revista Punto de Vista / 30 de Octubre 2024
La visita de Luisa María Alcalde a San Luis Potosí se presenta en un contexto de descontento y división dentro de la militancia de Morena, particularmente en relación con la gestión de Rita Ozalia Rodríguez Velázquez. Esta situación se ha intensificado debido a la reciente designación de Iván Estrada Guzmán como presidente del Instituto de Formación Política en Matehuala, un ex alcalde panista con serios antecedentes de corrupción y vínculos con el crimen organizado. La decisión de Rita Ozalia ha sido percibida como una traición a los principios fundamentales del partido y ha generado un fuerte rechazo entre los morenistas locales, quienes ven en esta imposición una falta de consideración hacia los verdaderos militantes y sus méritos.
Además, la elección de Estrada Guzmán ha contribuido a erosionar la confianza en la dirigencia estatal. Rita Ozalia, quien asumió su cargo no solo por méritos propios sino también por ser hermana de Rosa Icela Rodríguez, actual secretaria de Gobernación, ha enfrentado críticas por su falta de legitimidad. Su gestión se ve empañada por el nepotismo y decisiones cuestionables que han dejado a muchos militantes sintiéndose marginados y desilusionados.
Otro caso que resalta es el del seudo empresario Gerardo Sánchez Zumaya, quien también está vinculado con actividades ilícitas y ha sido señalado como un operador para el lavado de dinero. La inclusión de personajes con estas características en el entorno político de Morena no solo pone en entredicho la integridad del partido, sino que también alimenta las pugnas internas.
Las tensiones no se limitan a las decisiones sobre candidaturas; también se extienden a la administración del delegado del Bienestar, Guillermo Morales. Este ex priista ha sido acusado de prácticas corruptas, incluyendo el cobro de sueldos a “aviadores” y represalias contra empleados que cuestionaron la legitimidad de Rita Ozalia. La imposición de su esposa como diputada plurinominal sin contar con el perfil adecuado es otro ejemplo del nepotismo que permea la estructura del partido.
El panorama para Morena en San Luis Potosí es complejo y está marcado por una creciente inconformidad entre sus militantes. La gestión de Rita Ozalia Rodríguez Velázquez no solo enfrenta críticas por sus decisiones cuestionables, sino que también pone en riesgo los principios que deberían guiar al partido. La llegada de Luisa María Alcalde podría ser una oportunidad para abordar estas divisiones y buscar una reconciliación dentro del movimiento, pero requerirá un compromiso real para escuchar y valorar las voces disidentes que claman por un cambio auténtico.
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