El caso de este menor, quien salió de su país huyendo de los grupos criminales y la falta de recursos para vivir, fue retomado por varios medios de comunicación a nivel mundial, pero la fama adquirida no le impidió ser detenido unos días después por la Policía Federal de México, cuando los migrantes rompieron las rejas e intentaron ingresar por el puente fronterizo en Ciudad Hidalgo, Chiapas.
“Me golpearon no sé como fui a caer, cuando desperté vi que ya era de noche, fue cuando amanecí, como en una cárcel amanecí, encarcelado”, dijo Mario, en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa.
El niño fue ingresado a la estación migratoria de Tapachula y ahora permanece encerrado un albergue para menores migrantes del DIF.
“Me dijeron que me iban a dar los papeles [para estar en México legalmente] y todo, pero nada”, comentó Mario, quien dijo sentirse triste por el encierro, no obstante, afirmó que si lo deportan, volverá a hacer el viaje para intentar llegar a Estados Unidos.
En Honduras, Mario no tuvo la oportunidad de ir a la escuela, por lo que no sabe leer ni escribir.
“Mi papá ganaba muy poquito pisto y tenía que pagar multa solo por entrar a la escuela […] No tenía ni para comer, cuatro años me pasó lo mismo, ya cuando iba a entrar a la escuela, mi papá no tenía pisto”, recordó.
Mario vendía chicles en las calles y en el centro de San Pedro Sula, Honduras, para sobrevivir. Además, dijo que no quiere regresar a su país por temor a que los maras lo asesinen, por no haberse integrado a sus filas.
“Me querían meter [los maras, para] matar, asaltar, robar, solo eso” y recibir como pago mil pesos a la semana, comentó.
Al igual que Mario, una docena de menores de edad, hondureños no acompañados que viajaban en la caravana, fueron detenidos por la policía migratoria mexicana.
“Me vine huyendo por lo mismo porque estamos amenazados contra mi familia, hay tantas amenazas, la mayoría de la gente se viene porque hay muchas amenazas de los mareros allá”, afirmó el menor Erick Padilla Madrid.
Los niños dicen estar desesperados por no poder salir de las instalaciones del DIF y ver que la caravana de migrantes cada día se aleja de ellos.
“Le decimos al gobernador, al presidente de aquí de México, que nos de la paz, un seguro para estar aquí en México, que no nos detenga, no somos delincuentes, no somos delincuentes, somos la esperanza”, afirmó otro menos de nombre Pedro Antonio Leyva García.
Mario David Castellanos, un niño de 12 años de edad, quien viajaba solo en la #CaravanaMigrante, está bajo resguardo del DIF luego de conocerse su historia y convertirse en símbolo del éxodo centroamericano. #EnPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/FtPTOsSMit
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 25 de octubre de 2018
Fuente: sdpnoticias.com