No hubo pacto con Obrador en elecciones: Peña Nieto

El presidente Enrique Peña Nieto camina rápido, con energía, cruza el Salón de Acuerdos y se detiene frente al escritorio del despacho presidencial. Voltea y sonríe, mira a lo lejos a la mítica “silla del águila” y ataja: “esa silla se pone muy, muy caliente, por eso hay que soltarla rápido”.

El presidente de la República analiza su gestión, advierte sobre los riesgos del populismo para un país, acepta que vivió días aciagos por el escándalo de la “casa blanca”, Ayotzinapa, la visita de Donald Trump a Los Pinos y el terremoto del 19 de septiembre de 2017… temas que marcaron su sexenio.

En el corazón de Palacio Nacional, Peña Nieto enfatiza en entrevista con El Universal que el presidente ha dejado de tener el poder absoluto, que existe una verdadera autonomía de cada uno de los Poderes de la Unión y que en esta realidad desarrolló su mandato.

Atento a cada una de sus respuestas, el mandatario -que concluirá su gestión el 30 de noviembre- dice que la única recomendación que haría al próximo presidente Andrés Manuel López Obrador es “cumplir con la Constitución” y le ratifica su respeto.

Rechaza que haya pactado esta elección con López Obrador y deja claro que su papel en la transición 2018 ha sido el de mantenerse como un hombre que se ciñe al Estado de derecho y que respeta las leyes, y que su convicción es dar tranquilidad al país.

En el Salón Azul, a un costado de la biblioteca presidencial, a la vista de la galería de los presidentes, Peña Nieto defiende la candidatura de José Antonio Meade, subraya que el PRI debía abrirse a los ciudadanos y no cerrar sus candidaturas a militantes. Dice respetar el análisis de Claudia Ruiz Massieu sobre la derrota del partido -en el sentido de que los priistas fueron seducidos por el poder, que se alejaron de las bases y se acercaron a las élites y que no alzaron la voz ante actos de corrupción de algunos de sus militantes- y advierte que “pesan más otras razones que esta visión”.

Acepta que pese al esfuerzo emprendido no se ha modificado la percepción en torno a la corrupción y advierte que el repunte de la violencia en el país se debió, entre otros factores a que se perdió la coordinación alcanzada con los gobiernos estatales en la renovación de gubernaturas en 2015 y 2016.

Explica que el objetivo era que al neutralizar a 109 de los 122 principales criminales los grupos delictivos se dividirían y con ello se reducirían, que de esa forma los gobiernos estatales podrían enfrentar, pero con hasta hoy su combate no ha ocurrido con éxito.

– presidente. Recuerdo en la víspera de que iniciara su mandato, platiqué con usted en Ottawa. Le pregunté aquel día cómo recibía al país. Y usted me respondía que recibía a un país que estaba marchando a todo vapor, pero que tenía el compromiso de lograr un cambio profundo. ¿Seis años después cómo deja a la Nación?

– Efectivamente, creo que tenemos un diagnóstico muy claro de cómo estaba México en aquel entonces en distintos ámbitos; y qué barreras habían impedido que México pudiera tener un mayor desarrollo.

Y por eso me tracé como ruta, realmente, poder impulsar de forma consensuada un Pacto por México que dio lugar, justamente, a 14 reformas estructurales en distintos ámbitos: en materia social, en materia política, en materia económica, que, sin duda, han sentado bases bien importantes, y ya hay beneficios tangibles a estas, a lo que buscan estas reformas.

En su maduración creo que se logrará todavía mayores resultados, pero ya hay unos resultados muy visibles. Y empiezo por compartir lo siguiente:

La economía del país ha tenido un constante crecimiento, contrario a las voces que dicen que enfrentamos una crisis económica, crisis económica hubiésemos tenido si no hubiéramos tomado las decisiones políticas y cambios estructurales que se lograron.

La reforma fiscal permitió, realmente, mitigar y compensar la caída en los ingresos para el Estado mexicano con la caída en los precios del petróleo, cuya dependencia era de más del 40 por ciento, el año pasado representaron apenas el 17 por ciento de los ingresos del Estado.

Entonces, primero, en sus 22 trimestres que lleva a la fecha ha tenido un constante crecimiento económico. De hecho, la economía de manera acumulada crecerá poco más del 13 por ciento, que se contrasta con, prácticamente, la mitad que fue lo que creció el sexenio anterior, y en un escenario, y en un entorno internacional muy complejo, con la caída de los precios del petróleo, con una enorme aversión al riesgo, con un bajo crecimiento que el mundo experimentó, y en consecuencia, México le tocó vivir este escenario de bajo crecimiento mundial, y, por eso, no logramos crecer más como hubiese sido nuestro deseo y nuestro interés.

Pero están sentadas bases para que así ocurra en distintos sectores, en el energético, el de las telecomunicaciones, con la reforma financiera que, obviamente, ha elevado el nivel de crédito que se otorga hoy en el país con respecto al Producto Interno Bruto.

Es decir, hoy hay más crédito, hay más competencia, hay crédito más barato, hay crédito a tasas fijas, en pesos, más de los que había en 2012. Logramos que la Banca de Desarrollo, la Banca del Estado, pudiera financiar varios proyectos de infraestructura, y, con ello, cumplir con esta misión y este mandato que tiene nuestra Constitución.

La generación de empleo que, creo, es un reflejo claro de los cambios, más bien, de la instrumentación de las reformas estructurales de orden económico que se vienen aplicando.

Y vamos a llegar a una cifra histórica de empleo de 4 millones de empleos. Sumado a los empleos 1.2 en la Administración del presidente Fox, 2.3 en la Administración del Calderón, no alcanzan los casi 4 millones, 4 millones que estamos proyectando se van a generar de aquí a noviembre. Estamos ya, prácticamente, en 3.7 millones de empleos generados en esta Administración.

La inversión extranjera directa que es reflejo de la confianza que hay en el país. Los inversionistas que han venido a México es porque ven a un país confiable. Naciones Unidas en la calificación que hace de cuáles son los destinos más confiables para invertir ubica a México en la novena posición, mejorando las posiciones que tenía en el pasado.

Y, en consecuencia, tenemos hoy inversión, también, de 192 mil millones de dólares, que supera, incluso, la meta que está en el Plan Nacional de Desarrollo, que era de 157 mil, y yo creo que, en ruta, y espero que así se materialice, que en este segundo semestre se pueda registrar tal nivel de inversión que superemos los 200 mil millones de dólares, lo que nunca había ocurrido.

Hemos tenido a lo largo de estos seis años, en promedio, la inflación más baja de los últimos 48 años, en promedio, cuatro por ciento anual. El constante crecimiento que hemos tenido. En materia turística, sin duda, somos ya una potencia turística. Pasamos de ser el 15º destino más visitado del mundo a ser hoy el sexto destino con más de 39 millones de turistas. Son algunos logros.

En materia educativa, obviamente, se ha hecho la inversión histórica y sin precedente para modernizar la infraestructura educativa. Impulsamos una reforma estructural que tiene hoy, asegura que haya maestros mejor preparados y capacitados para impartir educación.

En qué otro ámbito. En el tema de las telecomunicaciones hoy tenemos mayor competencia. El número de usuarios de internet creció en 40 millones, teníamos 40 y hoy tienes, prácticamente, 80 millones de usuarios de internet.

Y lograr esto significó generar mayor competencia, que hubiese más empresas ofertantes de servicios, que hubiese más competencia, que se ha traducido en una caída medida en los precios que se, en el costo de la telefonía móvil. Dejo de haber larga distancia, que era un tema que ya hoy se olvida, pero dejó de cobrarse la larga distancia.

Son 130 mil millones de pesos han dejado de pagar los mexicanos desde que entró en vigencia la Reforma en Telecomunicaciones, en 2014, 2015, hasta el año pasado, 130 mil millones que dejaron de pagar los mexicanos por los servicios de larga distancia de forma acumulada.

Son beneficios de esta reforma. Liberamos espectro porque hay una creciente demanda del internet, y había que liberar el espectro; por eso, hicimos el apagón analógico, se liberó la frecuencia; y eso ha permitido que podamos atender la demanda creciente que hay en consumidores del internet.

Tienes una tercera cadena de televisión. Tienes otras cadenas de televisión, si no nacionales, que van a operar en distintas regiones del país. Yo creo que estos son algunos de los datos e indicadores del saldo positivo y de cómo estamos entregando al país.

Nivel de deuda, que es bien importante, porque se ha hablado y se ha generado polémica. México, y aquí lo quiero dejar, no se ha endeudado y menos recientemente. Los requerimientos financieros que necesita el Gobierno con aprobación del Congreso, se cubrieron el año pasado, hacia finales del año pasado ya teníamos cubierto los requerimientos de deuda que el país necesitaba contratar.Contratamos crédito a lo largo de la Administración a tasas más bajas, a plazos más largos, en mejores condiciones de las que teníamos.

– ¿No se deja con alfileres a la economía, la capacidad financiera del país?

– No. Al contrario, se deja con clavos bien puestos, bien clavados, evidentemente, si sacas alfileres también puedes sacar clavos. Pero hoy dejas un país creciendo, un país generando empleo, un país con nivel de deuda muy razonable, y, además, en una tendencia decreciente. Llegó a representar en 2015 el 48 por ciento del PIB. Fue cuando, entonces, tomamos decisiones de hacer ajustes al gasto en 2015, 2016, 2017, para revertir esta tendencia, y hoy representa, más o menos, poco más del 44 por ciento del Producto Interno Bruto.

Dentro de los países del G20, los países de mayor desarrollo, somos el sexto país menos endeudado, lo que da cuenta de que tenemos una condición estable. No tener ésta condición, no tener éste carácter y ésta calidad, evidentemente, las calificadoras no nos otorgarían el nivel de condición estable en nuestra economía; y, además, difícilmente estaríamos atrayendo nivel de inversión extranjera directa que está llegando al país.

– presidente, tuvo un primer día en el Despacho Presidencial, supongo que algún momento de su mandato imaginó cómo sería el 30 de noviembre de 2018. ¿Está satisfecho con lo que hizo durante este encargo?, ¿qué le faltó?

– Yo te diría que sí, estoy y muy satisfecho de los logros que estamos dejando en éste, como te lo he definido en pocas palabras, un país creciendo, un país generando empleo, un país consolidándose como potencia turística, un país que está atrayendo cada vez mayor número de inversiones de inversión extranjera directa, un país con estabilidad política y con estabilidad social.

Un país que con las políticas sociales permitió que dos millones de mexicanos abandonaran la condición de pobreza extrema. Un país que ha revertido, además, la tasa de informalidad, que llegó a estar casi en 60 por ciento, y hoy es del 56 por ciento.

Es decir, hay un mayor número de mexicanos que hoy tienen empleo formal, un empleo con prestaciones, es decir, acceso al crédito, derecho a una pensión, derecho a los servicios médicos. Ese es el país que estamos dejando. Y me siento muy satisfecho de estos logros.

– ¿Qué le faltó?

– Dónde tenemos deficiencias. También, quiero ser autocrítico. No me encuentro satisfecho plenamente en los logros que tuvimos en materia de seguridad, que si bien al principio de la Administración, los primeros tres años nos permitieron sí revertir las tendencias en la tasa de criminalidad que había en el país; los últimos tres años lamentablemente tuvimos una reversión de esta condición que estábamos ya viviendo, y creo que ahí, subsiste un reto bien importante.

Es, quizá, el que yo más reciento, el de la seguridad, pero, por lo demás, en los otros ámbitos, creo que dejamos un país, repito, en ruta de seguir creciendo y de seguir generando condiciones de bienestar y prosperidad para los mexicanos.

– ¿Cuál fue su mejor día y su peor día durante esta Administración?

– Mi mejor día, todos. Todos porque me dieron la oportunidad de asumir la responsabilidad como presidente de la República, y de tomar decisiones, algunas de mayor alcance, otras no iguales, pero que estaban orientadas a servirle a México y a cumplirle al país.

A ser mi mayor dedicación, esfuerzo y poner toda mi capacidad al servicio de la Nación, y más desde esta responsabilidad, la más alta, la más importante que pueda tener alguien que se dedica a la política. Y como mexicano, muy honrado, muy distinguido y con la enorme emoción que representa el haber ejercido la tarea de presidente de la República y con todo lo complejo que signifique, con todo lo desafiante que es.

– Días difíciles.

– Días difíciles, cuando había que tomar decisiones difíciles y decisiones a veces muy populares, pero siempre con sentido de responsabilidad. Todas las decisiones las tomé pensando en el bien de México, algunas resultaron mejor que otras.

Concretamente me acuerdo del encuentro con el hoy presidente de los Estados Unidos, cuando entonces era candidato que tenía un propósito, los postulados que venía haciendo en su campaña ya estaban impactando en el valor de nuestra moneda y exigía que hubiese un acercamiento para darle la justa dimensión a la relación que hay entre los dos países, México y Estados Unidos. Creo que fue un encuentro apresurado, fue un encuentro que no se dio en el mejor entorno social.

– ¿Se arrepiente de haberlo tenido?

– Me arrepiento en la forma que se dio, pero a la postre, creo que dejó también un saldo positivo, nos abrió la puesta de diálogo y entendimiento con quien habría de convertirse en presidente de los Estados Unidos y que nos permite tener un diálogo fluido, donde están marcadas varias diferencias, pero también donde hay varias coincidencias, una de ellas, el que estemos hoy renegociando el Acuerdo de Libre de Comercio que, sin duda, ha deparado beneficios para los tres países socios de este acuerdo.

Otro momento difícil, Ayotzinapa, Ayotzinapa fue otro momento francamente difícil por lo que significó, sobre todo en la pena que embargó a los padres de familia, con los que tengo enorme empatía por el dolor que les significó, les embargó, lo siguen teniendo.

Donde la PGR atrajo una investigación que era del orden local, pero que dedicó recursos humanos y materiales para realmente saber qué había ocurrido. Y yo me quedó con la investigación realizada, con lo que han definido, lamentablemente ocurrió ahí, donde 43 estudiantes murieron haber sido quemados en este basurero, como muchos elementos de la investigación, así lo acreditan y donde hoy tienes a más de 100 personas detenidas y procesadas como presuntos participantes y responsables de estos muy lamentables hechos.

Otro hecho que marca, obviamente el tema de la “casa blanca”, sin duda fue uno que no obstante el no haber habido un acto de ilegalidad generó de percepción de que sí la había y ante ese hecho, creo que la institución Presidencial perdió credibilidad, el Gobierno de la República perdió credibilidad, hubo un señalamiento constante y reiterado sobre nuestra actuación y por eso ofrecí una disculpa, porque un hecho que repito, dado, hecho con legalidad, como el mal de investigación así lo arrojo, pero pocos fueron los que se metieron a realmente a indagar y a encontrar en la versión pública abierta que se hizo de toda la documentación que sustentaba este hecho, para muchos la percepción sigue siendo la misma, de un acto ilegal, cuando realmente quedó acreditado ante las instancias correspondientes de que no había sido así.

– ¿Si regresara el tiempo, qué haría diferente, sobre estos tres temas en particular?.

– En el tema de la “casa blanca”, creo que haber hecho una explicación quizá más puntual, no sé si con mejor alcance en términos de credibilidad, pero creo hay que recordar que yo me encontraba fuera del país. Esta nota sale justo cuando estamos emprendiendo una gira internacional, a mi regreso la premura y prisa que había por dar una explicación, quizá nos llevó a dar una explicación muy apresurada, no debí haber involucrado a mi esposa, porque ella ni es funcionaria, ni es servidora pública, tiene el carácter de ser esposa del presidente y debió de ser el presidente quien diera la explicación que en su momento corrió a cargo de ella, era un tema que competía o creo que debía de ser responsabilidad del presidente haber hecho la explicación.

En el tema de Ayotzinapa. Yo creo que dedicamos todos los esfuerzos y ahí está la investigación realizada. Abrimos, incluso, al escrutinio nacional o de organismos internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que pudiera ir observando todo el proceso de investigación que estaba siguiendo la Procuraduría General de la República.

Qué hubiese hecho distinto. En estos señalamientos que te he dicho que han sido difíciles, quizá haberlos procesado de manera diferente, pero también, creo que es en los errores y en las fallas que reconoces o en las insuficiencias que tienes en algunos temas, las que te dan elementos de formación para no equivocarte en otras.

– ¿El gasolinazo?

– No me arrepiento de haber liberado el precio de la gasolina, una decisión impopular, pero creo que justa y equitativa, porque el país no podía seguir subsidiando un precio artificial de la gasolina que solo beneficiaba o mayoritariamente beneficiaba a quienes tienen mayores ingresos; 30 por ciento de los mexicanos que tienes mayores ingresos, consumen el 70 por ciento de la gasolina y por la cual no tendría, no había razones ni elementos de equidad y me atrevo a decir, hasta de ética, de dedicar recursos públicos para mantener un precio artificial y bajo en el precio de la gasolina.

Yo estoy, asumo la responsabilidad de una medida difícil, pero creo que justa, sobre todo, para quienes más lo necesitan y poder preservar recursos y dedicar mayores recursos a asignaturas que benefician a quienes menos ingreso tienen y a quienes son los más necesitados, en política social, en materia de salud, en materia de educación.

– ¿Cuál es el acierto de su Administración?

– Mira, corresponderá a los mexicanos definir cuáles son los aciertos y yo me someteré al juicio de la historia y del tiempo sobre la contribución que esta Administración ha hecho al desarrollo del país. Para mí me deja como satisfacción las reformas estructurales que logramos concretar, reformas que se habían pospuesto, había un claro diagnóstico de cuáles eran las barreras que estaban limitando el crecimiento de México.

Y creo que haber concretado 14 reformas estructurales, sin duda, es un gran logro, tiene mérito, porque se logra con el acuerdo y consenso de varias fuerzas políticas, se da en democracia, no teniendo ningún partido político mayoría suficiente para modificar la Constitución.

El impulso a un gran programa de infraestructura nacional que nos permite tener hoy mejores carreteras, nuevas autopistas en una extensión de casi tres mil kilómetros. Algunos proyectos están por concretarse, pero bueno, estamos en ruta de poder dejar estos proyectos, varios concluidos y quizá algunos ya en curso de poderse concretar en breve.

Los puertos, la actual infraestructura portuaria la he destacado, duplicar la capacidad de puertos significó haber hecho en seis años lo que se había hecho 100 años antes. Hoy los puertos de mexicanos tienen el doble de capacidad.

El Puerto de Veracruz, uno de los principales del país prácticamente con el nuevo Puerto de Veracruz que se ha construido y, que obviamente, en su primera etapa ya está operando, tener la capacidad para mover cuatro veces lo que anteriormente tenía el Puerto de Veracruz.

Y otros puertos, el Altamira, de Mazatlán, el de Manzanillo, el de Lázaro Cárdenas que han ampliado su capacidad operativa y que evidentemente nos dan condiciones de mayor competitividad, las inversiones y, sobre todo, en el sector privado, en el sector ferroviario de casi 90 mil millones de pesos, se ha modernizado también la red ferroviaria de país.

Creo que la aviación comercial, el que hoy tenga 60 por ciento más de usuarios la aviación comercial, son consecuencias de dos cosas: Primero. El crecimiento que ha tenido la aviación comercial, que tengas mil destinos turísticos más de los que había en 2012 y que tengas una dinámica económica que permita que quienes son usuarios tengan la capacidad económica para poder emplear este medio de transporte.

– ¿Las reformas están en riesgo, deben ser defendidas?

– Yo creo que son un escalón que se ha construido, importante. Creo que ninguna Administración parte de cero, creo que una Administración parte de recoger lo que las anteriores han hecho, de preservar lo que funciona de lo que han dejado y de modificar o perfeccionar aquello que no está dando los frutos y resultados que se esperan para bien del país.

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Más allá de esa visión y de las diferencias que pueda haber, de algo estoy cierto, que todo Gobierno que asuma esta responsabilidad lo hace pensando en cómo promover el desarrollo del país, cómo cerrar brechas de desigualdad, cómo seguir generando oportunidades para los mexicanos.

Y deseo que ese Gobierno bajo la óptica que tiene, así lo logre, así contribuya en este esfuerzo, repito, a partir de lo que está en el legado no solo de esta Administración, sino de las varias que ha tenido México en el pasado y hagan su propia contribución.

Y mi Gobierno y en esta etapa, no está más que en mostrar respeto y cooperación para que tengan todos los elementos de información, de lo que hace hoy el Gobierno de la República para la debida toma de decisiones que habrá de asumir el Gobierno a partir del 1º de diciembre.

– Usted nos describe en cifras, con datos duros, las bondades de las reformas, ¿se deben mantener o se deberían mantener las reformas?

– Sí, pero también hay que reconocer que esto, un Gobierno cambia cada seis años y un gobierno al final de cuentas imprime sus propios acentos, su óptica y su visión, su convicción sobre lo que debe hacerse en política pública y que lo deja o deja huella de ello en las definiciones que tomen.

Yo ante ello, seré respetuoso de las que tome el próximo gobierno y deseando realmente que sean de éxito, que le depare éxito al país, que deseo que la próxima Administración para bien de México tenga una gestión muy exitosa.

Ese será mi deseo constante para con el presidente hoy electo y futuro presidente de México.

– Lo vimos al arranque de su mandato con una alta popularidad, era el rostro del “momento mexicano”, el centro de atención en foros internacionales como el de Davos, donde el Pacto por México captó la atención internacional, pero después las cosas se pusieron difíciles y comenzaban a desplomarse. ¿Cómo procesó este brinco de esa popularidad tan alta a un momento más difícil?

– Mira, yo la he asumido con la entereza y con el carácter de ser presidente de la República que se decidió a transformar y no a administrar al país. Decidí romper las inercias, impulsar los cambios, consciente de que iba a significar desgaste.

Por qué. Porque iba alterar el orden establecido, porque íbamos a generar resistencias en diferentes sectores, en el económico, en lo social, en el magisterio disidente, en oposición a las reformas, pero estaba muy consciente de lo que esto iba a representar, nunca me sorprendió, pero las decisiones que fueron tomadas, fueron bajo la convicción de que eran para bien de México.

Y que esto, evidentemente, pues no necesariamente iba a ser popular, muchas de estas decisiones, pero que había que encararlas con carácter y con la firmeza de quien tiene la responsabilidad de asegurar que el país tenga desarrollo y tenga prosperidad.

Y creo que lo que hoy dejamos en saldo, como está hoy el país, un país, repito, creciendo económicamente, atrayendo inversión, generando empleos como nunca antes lo había hecho, un país que se consolida como un destino confiable, con una mejor infraestructura, con condiciones de mayor competitividad, pues, para mí esa es la satisfacción más allá de las mediciones que haya sobre la popularidad que tenga el presidente.

– En otra vertiente. ¿El presidente de la República es el hombre más poderoso de México?

– Yo diría que es un hombre que tiene, si, en su alcance decisiones que inciden y, sin duda, mucho tienen que ver en lo que depara la economía de las familias mexicanas, en lo que depare al desarrollo del país. Sí tiene éste alcance las decisiones, pero también matizaría que no tiene un poder absoluto.

Los podres absolutos dejaron de existir hace muchos años, somos una República, una República con tres Poderes, Poderes que, además, en estos últimos años se han consolidado con verdadera autonomía y, en consecuencia, pues, ya no todo está en la decisiones del presidente, creo que culturalmente, también, debemos, por lo menos en la cultura política, como país deberemos de abandonar esta creencia de que el presidente es responsable, y las decisiones que él toma se acatan en cualquier orden de Gobierno y en cualquier poder del Estado mexicano, cuando no es así.

Y el presidente, pues, tiene su margen de actuación acotado, por lo que claramente prescribe nuestra Constitución General de la República.

– ¿Cuál ha sido su papel en esta transición?

– Siempre me he conducido y ustedes me han observado en toda mi carrera política como un hombre institucional, y como un hombre que respeta las instituciones del Estado Mexicano. Un hombre que respeta la ley, mi actuación se ha ceñido, precisamente, al marco legal, y como presidente de la República asumo, también, la responsabilidad de dar tranquilidad al país y generar un clima de armonía reconociendo lo que arrojó el proceso electoral.

Es el presidente el primero en tener responsabilidad, en reconocer lo que el pueblo ha mandatado con su voto, o mandató con su voto el 1 de julio, y fue justamente lo que hice.

Asumí que el presidente más allá de su simpatía política, más allá de su origen partidario, es presidente de la República, gobierna para todos los mexicanos, y su deber está con todo el pueblo de México y, en consecuencia, en respetar y reconocer lo que la mayoría del pueblo mexicano con su voto mandató el 1 de julio.

– Hubo versiones en el sentido de que pactó con Andrés Manuel López Obrador esta elección. ¿Fue así?

– No, no fue así, no hay pactos, la verdad es que yo me conduje con una enorme imparcialidad, siguiendo el proceso, creo que es más que evidente, y obvia la simpatía política donde me encontraba, siempre he militado con gran orgullo en el PRI, no vamos a hablar del PRI, pero creo que fue un gran Partido que ha hecho mucho por este país, y también tiene, o pesa por el partido el estigma de un gran desgaste por varias razones.

Pero, evidentemente, no tenía por qué entrar en acuerdo con absolutamente ninguno de los contendientes, lo dije públicamente. Yo al hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, lo conocí o tuve mi primer acercamiento y diálogo, después de la elección, el día 3 de julio, nunca antes lo había visto, de no haber sido por los dos debates que tuve en 2012, siendo contendientes por la Presidencia de la República, ni antes de eso, ni después de eso, ni en ningún otro momento tuve un acercamiento, con el hoy presidente Electo, López Obrador.

– Hoy se habla de un cambio de régimen, ¿la República se acaba con un cambio de Gobierno como éste?

– No, yo creo que, al contrario, la República se consolida y se robustece con el ejercicio de las varias Administraciones que han estado enfrente de la Presidencia de la República. La República triunfa sobre la monarquía desde Juárez y, desde entonces, hemos tenido un proceso de consolidación de nuestra República, yo creo que así habrá de mantenerse, porque es bajo este esquema, y bajo este régimen republicano, en el que realmente nuestro país ha venido alcanzando mayor desarrollo.

Y hay que medirlo, somos un país joven, y tenemos poco más de 200 años de vida independiente, que para, contrastado con la vida de otros países son muy pocos, somos un país joven, y si vemos el desarrollo y avance que nuestro país ha tenido en los últimos 70 años, pues, debe apreciarse, lo que pasa es que a veces no hay memoria colectiva, y no tiene que haberla, sobre todo, porque no les tocó ese tiempo, ni a mí me tocó vivirlo, pero si uno se va a la referencia histórica.

Pues, el México, pues, revolucionario, en cuanto a la condición de educación que tenía el pueblo de México, el acceso a la salud, acceso al desarrollo social, pues eran muy precarias con respecto a las que hoy tenemos. Hoy tienes mayor calidad de vida, hoy tienes la oportunidad de un promedio de vida mayor a la que, entonces, teníamos en México, era de más, de poco más de 30 años, en los años 40 el promedio de vida en nuestro país, hoy es de 78 79 años, no había acceso a la salud, y tienes un país, prácticamente, alfabetizado, hoy más bien entramos a la era digital, donde analfabeta es no estar conectado a ésta era digital.

– presidente. ¿Usted sigue pensando sobre los riesgos que implica el populismo?

– Si las políticas que instrumenta el populismo no están soportadas, o no están debidamente cuidadas bajo la óptica de cuidar las finanzas públicas, la condición económica del país, y varias políticas terminan por sustentarse en sobre-endeudamiento me parece que es riesgoso para el país.

Esto ha pasado ya en otros países, en donde se descuidó esta parte en aras de privilegiar políticas populistas, porque son populistas en razón de que otorgan un beneficio inmediato a la población, pero a costo de poner en riesgo la estabilidad económica, y que en el paso de los años terminan por generar y agudizar una crisis económica.

No espero que eso ocurra, yo deseo que, yo creo que el próximo Gobierno no tiene más que el interés, como los que llegamos a esta responsabilidad, de servirle a la Nación de, repito, poner su propio acento, de vaciar la visión de lo que se piensa para bien de México en las políticas públicas que vaya a instrumentar.

– ¿No vislumbra un escenario catastrófico?

– No lo vislumbro, ni lo deseo, ni lo quiero.

– ¿Por qué perdió el PRI, presidente?

– Pues, porque en democracia se gana y se pierde, en democracia se gana y se pierde, no hay triunfos, ni derrotas para siempre. El PRI ha sido un partido que ha hecho su contribución a la historia del desarrollo nacional, también, asumiendo su desgaste, también sus descalabros, sobre todo, en algunos actores que le han representado en diferentes responsabilidades, que no han estado a la altura de asumir plenamente su responsabilidad.

 

– ¿Se equivocó el partido, usted se equivocó en esa liturgia del partido, al impulsar al candidato que tuvieron?

– Yo creo que tuvimos un gran candidato, creo que José Antonio Meade, siendo un actor ciudadano, siendo un hombre con trayectoria en el servicio público, sin militancia, partidaria, y a la luz de lo que el partido permitía en sus estatutos, para fortuna, y sigo pensando que es bueno que un partido se abra, no puede estar acotado, tenemos que abandonar un régimen cerrado, en donde sólo quien militara en el partido pudiera abanderarle para una competencia democrática.

Creo que hizo bien el partido en abrirse, y creo que hizo también bien, en haber hecho una selección sobre un perfil ciudadano. Evidentemente, el candidato llevó a cuestas el desgaste del partido, llevó a cuestas el desgaste del ejercicio del Gobierno, llevó a cuestas, también este ambiente anti sistémico que priva en México y en el mundo, porque el balance no sólo es desfavorable para el PRI, desfavorable para todas las fuerzas políticas tradicionales, éstas que en su momento firmamos el acuerdo, el pacto, si ves los resultados que obtuvieron hace seis años, contratan enormemente con los logrados por las tres principales fuerzas políticas de entonces, en esta elección.

Y ahí está el PRI, yo creo que no hay una razón única, ni es atribuible a quien fuera el candidato, ni es atribuible sólo al Gobierno, creo que es atribuible, hay razones multifactoriales que derivaron en este resultado y que, al final de cuentas dieron cuenta de lo robusto y de lo cierto que es nuestro sistema democrático.

 

– La Presidenta del PRI dice que, los priistas fueron seducidos por el poder, que se alejaron de la población, que se acercaron más a las élites, que no alzaron la voz ante actos de corrupción de miembros del partido y que el PRI en esta coyuntura dejó de ser el Partido Popular de México. ¿Usted comparte ese diagnóstico?

– Yo respeto la definición que tenga la dirigencia del partido, pero creo que son otras las razones, pesan más otras razones que esta visión. Hemos sido un partido cercano al pueblo, además, hemos sido un partido que ha postulado y ha logrado materializar mucho de lo que ha ofertado al pueblo, ese ha sido la gestión que me ha tocado encabezar, pues de no ser así no hubiéramos ganado.

Hoy, ante la derrota, evidentemente, hay que hacer una reflexión de qué faltó, pero yo creo que hay que hacer una reflexión profunda y de fondo, pero creo que el PRI seguirá siendo una opción política, competitiva, que le tocó vivir, como a otros partidos, un momento difícil, con las razones y otras más que pueda haber de lo que provocó o generó esta derrota electoral.

Pero recordemos lo que pasó hace seis años, porque también luego se olvida, haces seis años el PRI fue la opción política que se erigió con un gran respaldo popular, que permitió que se ganaran muchas posiciones para el Congreso, la Presidencia de la República, las gubernaturas que, entonces, se disputaron, tiene la gubernatura de Yucatán, a gubernatura de Jalisco, por mencionar algunas que tuvieron lugar hace seis años, es decir, el partido político ha perdido, ha tenido derrotas en el pasado, ha tenido triunfos posteriores, vuelve a tener derrotas. Yo creo que el PRI y las otras fuerzas políticas se mantendrán vigentes en la vida democrática de nuestra nación.

 

– ¿Qué sabor de boca le deja el tema del combate a la corrupción?, vimos el tema de la “casa blanca”, lo de los tres gobernadores que usted, su momento, definió como el rostro del nuevo PRI.

– Yo creo que ha habido esfuerzos como no se habían realizado, precisamente, para el combate a la corrupción, está el Sistema Nacional Anticorrupción, el Sistema Nacional de Transparencia, como nunca antes varios ex gobernadores enfrentan hoy procesos legales, eso no había pasado y creo que son señales muy claras del combate a la corrupción.

Sin embargo, eso no ha modificado la percepción que hay sobre la corrupción, por qué, yo mismo no tengo una respuesta única y sólida sobre el tema, creo que a veces se ha llegado a confundir el privilegio de algunos cuantos con razón y con capacidad para tenerlos, siempre se asocia con corrupción.

Entonces, creo que el tema cobró enorme relevancia, fue una constante en la opinión pública, pero, evidentemente, no comparto que, no obstante, los esfuerzos que se han realizado, no se vio reflejado en una percepción de que había realmente un combate efectivo como ha ocurrido a la corrupción.

Hoy somos un gobierno en lo Federal, en donde estamos obligados a transparentar nuestro actuar, a responder a cualquier pregunta que haya en materia de transparencia y sobre, repito, la administración y ejercicio de los recursos públicos, hoy son más entidades públicas las que están obligadas a la transparencia, pasaron de un poco más de 200 dependencias y todas en el orden federal.

Ya no sólo es el Poder Ejecutivo, también el Poder Legislativo, también el Poder Judicial, también los sindicatos que reciben recursos públicos, también los partidos políticos que reciben recursos públicos, en fin, son bases que se han sentado para combatir la corrupción y espero que la instrumentación que está teniendo todo este andamiaje que eventualmente se puede perfeccionar recogiendo modelos exitosos de otras partes del mundo, pero creo que ahí están, hay bases que no había anterior a esta Administración, pues puede ir mejorando la percepción que hay.

 

– En el tema de la seguridad, las cifras dicen que hay más muertos que en el pasado sexenio, cuando se desarrolló la llamada Guerra contra el narco, en contraste tienen neutralizados 110 objetivos prioritarios.

– 109 de 122.

 

– Entre ellos Joaquín Guzmán. Me decía que no esta enteramente satisfecho, ¿dónde se rompió el tema de la seguridad?

– Me es difícil encontrar una razón única o a qué atribuir a que hubiésemos llevado una tendencia de reversión de los índices de criminalidad que había en el país, sobre todo los primeros tres años y luego una reversión, nuevamente, a niveles que dejan ver el reto que hay en materia de seguridad.

Coincidencia o no, pero al final de cuentas tiene que ver en el año 2015 y 2016 prácticamente hay renovación del mayor número de gubernaturas en todo el país, hay una reconfiguración política de quienes asumen estas responsabilidades, en algunos se confirman, en otros estados hay alternancia.

Creo que ahí hay un elemento a considerar de por qué la coordinación institucional, que fue un eje que establecimos al inicio de la Administración para combatir la inseguridad, pues se deterioró, lo dejo apuntado como una eventual razón, no la única.

También creo que la demanda creciente que hay de estupefacientes, de drogas a los Estados Unidos ha hecho que los grupos delincuenciales sigan promoviendo esta actividad ilícita.

En haber capturado a 109 de los 122 delincuentes más buscados del país y por otras instituciones de seguridad de otros países llegó a que hubiese una fragmentación, que, además, sabíamos que así habría de ocurrir, una fragmentación de los grupos delincuenciales y que eso permitiera que los estados tuvieran capacidad también para hacerles frente de mejor manera, en lugar de tener organizaciones de mayor tamaño, una vez desmantelado el liderazgo de éstos, obviamente, la fragmentación permitiría que los estados entraran con mayor capacidad.

Lo cual no ocurrió, lo cual no ha ocurrido con el éxito deseado, hoy vemos disputas de plazas, lo que vemos en el número, en el saldo muy lamentable de personas que fallecen y de enfrentamientos, la gran mayoría son personas que están vinculadas y que actúan siendo parte de algún grupo delincuencial.

En muy pocos casos ha habido repercusiones en sociedad civil o en población abierta, pero muy lamentablemente el saldo que hay es por la descomposición, por la disputa entre estos grupos criminales y creo que seguirá siendo un reto el tema de seguridad.

Cómo. Robusteciendo las policías estatales, no logramos que el Congreso aprobará la creación de mandos únicos, hubo una disputa entre las diferentes fuerzas políticas, creemos que es una óptica conveniente, ya no nos tocará a nosotros insistir sobre ese tema, creo que la próxima Administración tendrá que definir cuáles son los ejes sobre los que habrá de versar su política pública para combatir la inseguridad.

– Con muchas acciones generó enemigos, ¿en algún momento estuvo en riesgo su vida?

– Nunca me sentí en riesgo, afortunadamente siempre me sentí arropado y cuidado por el Estado Mayor Presidencial, una institución que respeto, una institución que logré tenerle un cariño y reconocimiento entrañable por haberme acompañado en el ejercicio de mi responsabilidad, como habrá de ocurrir de aquí hasta el 30 de noviembre.

– Será un ex presidente muy joven, ha pensado a qué se va a dedicar, dónde va a vivir.

– La verdad, tengo muy claro, voy a vivir, quiero vivir en México, quiero vivir en mi estado de donde soy originario, del Estado de México, y lo digo, de verdad, con toda, de manera muy genuina, no tengo definido a qué me voy a dedicar, más bien, sí tengo claro a qué no, y es justamente a la política.

Tengo claro que para mí concluye mi carrera política y más al haber alcanzado la posición de mayor responsabilidad que puede tener un político, que es el de ser presidente de México. Concluida mi carrera política buscaré en qué reinventarme y, de verdad, no tengo definido todavía a qué me habré de dedicar.

Creo que hay varias opciones, campos de acción a los que podré dedicarme por la experiencia, por la carrera política que he tenido, por lo que he conocido, creo que hay opciones, varias, entre las cuales escoger a dónde, a qué me dedicaré.

Tengo por seguro que no estaré sin hacer nada, quizá en el tiempo de reflexión y en el muy inmediato no tengo una actividad a la que esté claramente dedicado, pero me habré de reinventar, pero ya no será en el ámbito de la política.

– presidente, si usted pudiera hacerle una recomendación al presidente López Obrador, y sólo una, cuál sería.

Cumplir con la Constitución, creo que el día que tome protesta está la recomendación. Mira, yo no estoy para hacer recomendaciones a nadie, al contrario, respeto mucho a quien vaya asumir esta responsabilidad, en este caso al licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Le guardo reconocimiento, creo que fue ganador de la contienda por la Presidencia de la República y lo único, pues es ceñir su actuar a lo que marcan nuestras leyes y él habrá de protestar y jurar guardar la Constitución y cumplir con la Constitución.

Fuente: diario.mx

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