Este primero de septiembre de 2025, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en México inició una nueva etapa histórica marcada por una profunda transformación. Por primera vez, el máximo tribunal del país está conformado por nueve ministros electos a través del voto popular, en lugar de los once integrantes anteriores designados de manera tradicional. Esta modificación forma parte de una reforma judicial de gran alcance que buscó democratizar el Poder Judicial y hacerlo más transparente y cercano a la ciudadanía.
La reducción del número de ministros de once a nueve, así como el establecimiento de períodos de 12 años para el ejercicio de sus funciones, representa un cambio estructural en la administración de justicia. Además, se elimina la división del tribunal en salas, por lo que ahora los casos serán resueltos en pleno, requiriendo al menos seis votos para tomar decisiones. Un aspecto relevante de esta reforma es que la presidencia de la Suprema Corte será rotatoria, con periodos de dos años, lo que permitirá alternancia y mayor pluralidad en la conducción del máximo tribunal.
La reforma también implica la creación de nuevos órganos administrativos que reemplazan al antiguo Consejo de la Judicatura Federal. Entre estos destaca el Órgano de Administración Judicial, responsable de manejar el presupuesto judicial y regular los movimientos y adscripciones de jueces federales, así como el Tribunal de Disciplina Judicial, encargado de sancionar a quienes no cumplan con los plazos establecidos para resolver controversias. Estas medidas buscan garantizar un funcionamiento más eficiente y con mayor rendición de cuentas.
Este cambio en el Poder Judicial también implica retos importantes. La mayoría de los nuevos ministros son figuras con menor experiencia, lo que genera expectativas de que deberán adaptarse con rapidez para atender miles de expedientes pendientes y evitar retrocesos en derechos ya alcanzados. El proceso ha sido seguido de cerca por especialistas y la sociedad, que esperan que esta renovación contribuya a fortalecer la justicia, la paz y el bienestar en México.
Para la toma de posesión de los nuevos ministros se realizaron tres ceremonias solemnes, incluyendo la tradicional entrega del bastón de mando y servicio por autoridades indígenas y afromexicanas. Se contó con la presencia de representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo que refleja el carácter republicano y de respeto entre poderes que se busca consolidar en esta nueva era judicial.
La renovada Suprema Corte de Justicia de la Nación representa una apuesta sin precedentes por acercar la justicia a la gente a través de la participación ciudadana, promover la alternancia y transparencia en sus altos mandos, y enfrentar con reformas profundas los desafíos del sistema judicial mexicano en beneficio de toda la población. Esta transformación marca el inicio de un ciclo que será clave para el futuro del Estado de derecho en el país.
