MRS / Revista Punto de Vista / 07 de Abril 2023
El reciente acontecimiento en la Plaza de Armas de San Luis Potosí, donde la dirigente del SITTGE, Francisca Reséndiz Lara, exigía al Gobierno del Estado un cheque de 10 millones de pesos para retirar su plantón, es un ejemplo más de cómo la corrupción y el poder pueden afectar negativamente a la sociedad.
Es muy desafortunado ver cómo Francisca Reséndiz Lara en vez de estar defendiendo los intereses de los trabajadores agremiados al sindicato que ella regentea, está más preocupada por sus propios beneficios, intereses y comodidades, utilizando la Plaza de Armas como un espacio de lucro personal.
Además, es lamentable que la “lideresa” Reséndiz Lara haya utilizado la bandera de un supuesto partido comunista para envolver su campamento, cuando en realidad, su accionar era totalmente contrario a los ideales del comunismo, que abogan por el bienestar colectivo y la igualdad social.
Hay que reconocer y celebrar la actuación de las autoridades locales, quienes no se dejaron intimidar por la abusiva lideresa sindical y dieron cumplimiento al mandato judicial de retiro del plantón. Este hecho nos recuerda que nadie, por más poder o influencia que tenga, está por encima de la ley y del bienestar de la ciudadanía.
La Plaza de Armas de San Luis Potosí es un espacio público que debe estar disponible para el disfrute y la convivencia de todos los ciudadanos, no solo para unos pocos que buscan su beneficio personal. Como sociedad es necesario estar alerta y vigilante para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
Fundamental es que nuestras autoridades sigan actuando con determinación y transparencia, para garantizar que los derechos y necesidades de la ciudadanía prevalezcan por encima de intereses personales, sindicales y partidistas. Solo así se logrará construir una sociedad más justa, equitativa y democrática.