MRS / Revista Punto de Vista / 22 de Diciembre 2023
En el Aeropuerto Internacional Ponciano Arriaga, entre las sombras de un hangar, descansa un nuevo avión que ha despertado la curiosidad y el cuestionamiento en San Luis Potosí. Se rumorea que este lujoso aparato pertenece al Alcalde Viajero, como popularmente se conoce a Enrique Galindo Ceballos en la región.
Galindo se ha ganado este apodo debido a sus frecuentes viajes, todos financiados con los impuestos de los potosinos. Su historial como Presidente Municipal ha estado marcado por la polémica y la ostentación, y parece que ha llevado su afán por el lujo a nuevos niveles al adquirir, según los rumores, su propio avión.
Las sospechas se sustentan en las carretadas de dinero que ha recibido a través de la adjudicación directa de obras a sobreprecio. Ejemplos como el puente de Himalaya, cuyo costo exorbitante de 360 millones de pesos pesa sobre los hombros de los potosinos, y el programa de “repartición” de agua, que le generó ingresos superiores a los 100 millones de pesos, han levantado las cejas de muchos ciudadanos.
Pero el cuestionamiento no se detiene ahí. La relación entre Galindo y diversas empresas particulares se manifiesta a través de contratos por insumos, donde se sospecha que jugosos incentivos han sido el precio de la adjudicación. Todo esto mientras el Alcalde Viajero continúa sus recorridos por la zona Media y Huasteca, contratando helicópteros con fondos públicos para trasladarse en minutos a eventos que promocionan su imagen como el salvador del PRI, retornando luego a la capital que gobierna solo de nombre.
Parece que Galindo ha decidido elevar su estilo de vida, cansado de las aglomeraciones en los aeropuertos que, según él, se asemejan a centrales camioneras. Con destinos que van desde Nueva York hasta Venecia, el Alcalde Viajero ahora prefiere la privacidad de hangares exclusivos en lugar de las terminales abarrotadas.
Mientras el nuevo avión descansa en la sombra del hangar, las miradas críticas se vuelcan hacia el futuro. Se especula que, para mantener este estilo de vida, el Alcalde Viajero planea subir el impuesto predial en 2024, dejando a los potosinos con la carga financiera de su jet de lujo.
La sombra del hangar oculta no solo un avión, sino también la sombra de la opulencia a costa de los contribuyentes. La historia del Alcalde Viajero parece escribirse con páginas de despilfarro y decisiones cuestionables, dejando a los ciudadanos de San Luis Potosí preguntándose si realmente están cosechando los frutos de su esfuerzo y sacrificio fiscal.
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