MRS / Revista Punto de Vista / 21 de Abril 2023
La política mexicana sigue en constante movimiento y la reciente declaración del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Leonel Serrato Sánchez, sobre sus planes rumbo al proceso electoral del 2024, no es la excepción.
Es interesante que un funcionario público en activo ya esté hablando de su futuro en la política y más aún, que esté hablando de una posible alianza con otros actores políticos, como el superdelegado del Bienestar en SLP, Gabino Morales Mendoza.
Además, la advertencia de Serrato sobre la posibilidad de que la derecha se haga de bastiones en la entidad potosina en caso de que Morena y el PVEM tengan una desavenencia, es preocupante. Hoy más que nunca y dada la compleja situación política por la que atrevieza México, es necesario que las fuerzas políticas trabajen en conjunto para fortalecer la democracia y no para debilitarla.
El anuncio de Serrato Sánchez, de abandonar su cargo para enfocarse en el proceso electoral del 2024, sólo muestra una vez más cómo la política se ha convertido en una herramienta de conveniencia personal en lugar de un servicio al ciudadano.
La política, en teoría, debería ser una actividad noble, orientada a la búsqueda del bienestar colectivo, pero en la práctica se ha convertido en una forma de obtener poder, beneficios, y satisfacer ambiciones personales. La actitud de Serrato Sánchez refleja esta situación. En lugar de enfocarse en el trabajo que se le encomendó, está pensando en su futuro político, en cómo puede obtener más poder y más influencia.
Este tipo de actitud no sólo es perjudicial para el funcionamiento de la administración pública, sino que también afecta la calidad de la democracia. Cuando los políticos ven la política como una carrera individual en lugar de un servicio público, la ciudadanía pierde la confianza en el sistema político. Además, cuando la ambición personal es el motor de la actividad política, se pierde el sentido de la ética y la moral, dando paso a la corrupción y el abuso de poder.
Es lamentable que la política en México haya llegado a este punto. La ciudadanía merece políticos que estén comprometidos con el servicio público, que vean la política como una oportunidad para servir a la sociedad y no como una forma de enriquecimiento personal. Si queremos un país más justo y más democrático, es necesario que los políticos cambien su enfoque y vean la política como una oportunidad para servir, en lugar de una carrera individual.
