MRS / Revista Punto de Vista / 18 de Mayo 2023
En un claro acto de intimidación y una flagrante violación a la libertad de prensa, el periodista Nicolás Rueda se ha convertido en el último blanco de amenazas tras revelar información incómoda para las autoridades locales. Este incidente, que involucra a funcionarios del ayuntamiento de Matehuala, pone de manifiesto la vulnerabilidad a la que se enfrentan los periodistas en México al ejercer su labor de informar a la sociedad.
La denuncia presentada por Rueda ante la Fiscalía General de Justicia del Estado es un paso necesario para salvaguardar su integridad y la de su familia, así como para exigir que se investigue a fondo este preocupante incidente. El hecho de que las amenazas hayan sido proferidas desde un vehículo en movimiento añade una capa adicional de peligro y evidencia la audacia de los responsables.
Es crucial destacar el contexto en el que se produjeron estas amenazas. Rueda divulgó audios en los que se escucha al alcalde de Matehuala admitiendo su relación con un grupo delictivo, lo que generó malestar en el funcionario y, aparentemente, desencadenó las represalias en su contra. Estos hechos subrayan la importancia del periodismo independiente y valiente, capaz de poner al descubierto actos de corrupción y de denunciar la colusión entre las autoridades y el crimen organizado.
Resulta especialmente alarmante que los amenazados sean no solo el periodista, sino también su familia. Esto evidencia una actitud despiadada y cobarde por parte de los responsables, quienes están dispuestos a atacar no solo a un individuo, sino a todo su entorno cercano. El periodismo es un pilar fundamental de la sociedad democrática y cuando se busca silenciar a los periodistas a través de amenazas e intimidaciones, se pone en riesgo la libre circulación de información y se debilita el estado de derecho.
Es imperativo que las autoridades competentes tomen acción inmediata para investigar este incidente y garantizar la seguridad de Nicolás Rueda y su familia. Además, se deben implementar medidas de protección adecuadas para salvaguardar la labor periodística en el país. La impunidad ante actos de violencia y amenazas contra periodistas ha persistido durante demasiado tiempo en México, y es necesario que se envíe un mensaje claro de que estos ataques no serán tolerados.
La libertad de prensa es un derecho fundamental y una piedra angular de cualquier democracia. Los periodistas desempeñan un papel vital al informar a la sociedad, cuestionar a las autoridades y mantener a la ciudadanía informada sobre asuntos de interés público. Por tanto, es responsabilidad del Estado garantizar su seguridad y protección, así como investigar a fondo cualquier ataque en su contra.
Este caso debe ser un llamado de atención para las autoridades y la sociedad en su conjunto. La impunidad y la violencia contra los periodistas no solo amenazan a aquellos que ejercen la profesión, sino que socavan los cimientos mismos de la democracia. Es hora de actuar y demostrar que la libertad de prensa es un valor inalienable que merece ser protegido en todo momento.
Y por último, está por demás decir que cualquier cosa que le suceda a Nicolás Rueda, a su familia y/o a sus bienes se hará responsable al alcalde de Matehuala, Iván Estrada Guzmán.