MRS / Revista Punto de Vista / 23 de Junio 2023
El fracaso es una palabra que parece perseguir al alcalde Enrique Galindo Ceballos. Después de una serie de decisiones cuestionables y falta de liderazgo, ahora nos encontramos con su último intento desesperado de pedir un plan emergente a la federación para solucionar la crisis del agua en La capital potosina. Sin embargo, este movimiento tardío solo demuestra su poca o nula capacidad para enfrentar los problemas de manera proactiva.
El presidente del partido Verde Ecologista en el Estado, Eloy Franklin Sarabia, no dudó en criticar duramente al alcalde por su falta de previsión. Y tiene razón. La falta de agua en la capital es una situación que se ha venido gestando durante meses, e incluso años, y Galindo Ceballos y su equipo de infructuosos “asesores” no han sido capaces de implementar medidas efectivas para abordar este problema creciente.
La escasez de agua es un tema que afecta no solo a la comodidad de los ciudadanos, sino también a su salud. Las altas temperaturas que hemos experimentado recientemente han agravado aún más la situación, y las enfermedades derivadas de la falta de agua son cada vez más frecuentes. Es inaceptable que el alcalde haya esperado tanto tiempo para solicitar una declaratoria de emergencia.
Además, resulta indignante que existan sectores privilegiados que no padecen la escasez de agua. Los fraccionamientos de élite, donde no se les cobra el agua, son un ejemplo claro de la desigualdad que impera en nuestra sociedad. Mientras algunas personas tienen acceso ilimitado a un recurso vital, otras luchan diariamente para obtener unas pocas gotas.
En este sentido, muchos son los que respaldan la iniciativa propuesta por el Partido Verde Ecologista para no cobrar el agua en aquellas viviendas donde no llega el vital líquido. Es una medida justa y necesaria, que busca garantizar que las personas no sean afectadas económicamente por un servicio que no están recibiendo.
El alcalde Enrique Galindo Ceballos ha demostrado una vez más su incapacidad para gestionar eficientemente los problemas de la Capital de San Luis Potosí. Su falta de previsión y liderazgo ha llevado a una situación crítica de escasez de agua, afectando la calidad de vida y la salud de miles de ciudadanos. Es hora de que Galindo Ceballos asuma su responsabilidad, implemente medidas efectivas y deje de pedir planes emergentes a la federación para solucionar problemas que él mismo ha contribuido a agravar. Los ciudadanos merecen un líder que esté a la altura de los desafíos y que trabaje por el bienestar de todos, sin privilegios ni retrasos injustificados.
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