MRS / Revista Punto de Vista / 07 de Febrero 2024
En el complejo escenario político de la capital, el actual alcalde Enrique Galindo Ceballos se encuentra en una encrucijada que refleja desánimo y preocupación. Su situación se agravó al cerrar el paso a los panistas que buscaban participar en la consulta para elegir al candidato a la alcaldía, mostrando así signos de desesperación que sugieren fragilidad en su posición.
Uno de los episodios más reveladores de esta situación es la resistencia que enfrentó al intentar acaparar las candidaturas de síndicos y regidores de diferentes partidos, encontrando especial oposición en las filas del PAN. Este intento de consolidar apoyo pareció reflejar una estrategia desesperada para dejar su impronta en el próximo cabildo, pero, ¿a qué costo?
La búsqueda de respaldo no se limita al ámbito local, ya que Galindo intentó aferrarse a la supervivencia política buscando apoyo tanto del gobernador Ricardo Gallardo Cardona como del CEN del PRI. Sin embargo, la realidad es implacable, y su desgaste y rechazo público parecen constituir barreras difíciles de superar, incluso con el respaldo de la maquinaria partidista.
El intento de mejorar su imagen mediante el pago de cientos de millones de pesos en publicidad, presentándose como líder en encuestas a modo, no logró cambiar la percepción general. Los ciudadanos son cada vez más críticos y desconfiados, cuestionando las acciones y decisiones del alcalde. La realidad política en la capital es un terreno fértil para la desconfianza, y Galindo se encuentra atrapado en medio de este vendaval.
Su posición como alcalde, en apariencia sólida en el pasado, hoy se ve amenazada por la volátil dinámica política de la ciudad. El desgaste acumulado y la falta de conexión con la ciudadanía indican que su permanencia en el cargo podría depender más de decisiones estratégicas y cambios de enfoque que de una mera voluntad de aferrarse al poder.
La situación política de Enrique Galindo Ceballos refleja una realidad desafiante y desesperada. El cierre de filas y la búsqueda de apoyo externo no parecen ser suficientes para revertir la tendencia negativa. La dura realidad política en la capital potosina exige un replanteamiento profundo y estratégico por parte del alcalde si busca mantenerse en el juego político de la capital.