MRS / Revista Punto de Vista / 02 de Mayo 2024
En el transcurso de apenas dos años, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido objeto de una crítica incendiaria tras revelarse una alarmante verdad: se han desviado 157 mil millones de pesos de los fondos destinados a la salud en México. Esta desviación no solo es una afrenta a la confianza del pueblo, sino que también ha tenido consecuencias devastadoras para los ciudadanos más necesitados del país.
La atención médica, especialmente para los sectores más vulnerables, debería ser una prioridad inquebrantable para cualquier gobierno. Sin embargo, la desviación de fondos destinados a la salud bajo el mandato de AMLO ha provocado una crisis sin precedentes, donde el sufrimiento humano es la moneda de cambio.
El impacto más inmediato y desgarrador de esta desviación de fondos se refleja en la suspensión del pago de tratamientos vitales para pacientes con cáncer, trastornos congénitos y necesidades de trasplantes. Estas condiciones ya son de por sí difíciles de sobrellevar, pero la falta de acceso a tratamientos adecuados agrava aún más la situación, condenando a muchos al sufrimiento y la muerte prematura.
¿Cómo es posible que en un país que presume de solidaridad y justicia social se permita tal atrocidad? La desviación de fondos de salud es una traición flagrante a los principios básicos de cualquier sociedad civilizada. Es una afrenta a la dignidad humana y una evidencia clara de la falta de empatía y responsabilidad por parte de quienes detentan el poder.
Es hora de que el gobierno de AMLO rinda cuentas por sus acciones. No es suficiente con disculpas vacías o promesas futuras. Los ciudadanos exigen y merecen una acción inmediata para rectificar esta injusticia y garantizar que los fondos destinados a la salud se utilicen adecuadamente y lleguen a quienes más lo necesitan.
Además, es esencial implementar medidas de transparencia y rendición de cuentas que eviten que tragedias como esta se repitan en el futuro. Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo se gestionan sus impuestos y a exigir que se utilicen de manera responsable y ética.
El desvío de fondos de salud en México es más que una simple cuestión financiera; es una cuestión de vida o muerte para miles de personas. Es hora de que el gobierno actúe con verdadera compasión y responsabilidad hacia su pueblo, y que ponga fin a esta negligencia mortal de una vez por todas.
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