MRS / Revista Punto de Vista / 03 de Enero 2023
En un acto que ha sorprendido a muchos, el alcalde Enrique Galindo Ceballos confirmó ayer su intención de buscar la reelección para el periodo 2024-2027. Este anuncio, lejos de generar esperanza, ha suscitado una oleada de críticas y descontento entre los habitantes de nuestra ciudad, quienes han experimentado de primera mano una administración que difícilmente puede calificarse como exitosa.
La gestión de Galindo Ceballos ha sido, sin lugar a dudas, desastrosa. Desde el inicio de su mandato, la ciudad ha sido testigo de un incremento constante en la inseguridad, el deterioro de la infraestructura urbana y una creciente percepción de corrupción en todas las esferas del gobierno municipal. Los ciudadanos se preguntan con razón: ¿cómo puede alguien con semejante historial tener la audacia de buscar un segundo periodo al frente de la alcaldía?
La corrupción, uno de los mayores flagelos de esta administración, ha minado la confianza de los ciudadanos en las instituciones locales. Escándalos de malversación de fondos, nepotismo y favores políticos han sido moneda corriente en el gobierno de Galindo Ceballos. La falta de transparencia y la opacidad en la toma de decisiones han dejado a la población en la penumbra, sin saber realmente hacia dónde se dirige la ciudad y cuáles son las verdaderas intenciones de su líder.
Además, la falta de visión y liderazgo se ha traducido en un estancamiento palpable en el desarrollo de la ciudad. La infraestructura, que debería ser un pilar fundamental para el progreso, se encuentra en un estado deplorable. Calles llenas de baches, parques abandonados y servicios públicos deficientes son la carta de presentación de una administración que ha demostrado una incapacidad manifiesta para gestionar los recursos de manera eficiente.
Resulta aún más desconcertante que Galindo Ceballos busque la reelección bajo el paraguas del Frente Amplio por México, un conglomerado de partidos que, a nivel nacional, se presenta como la opción de cambio y progreso. ¿Cómo puede un líder local aliarse con una coalición que supuestamente lucha contra la corrupción y la ineficiencia cuando su propia gestión ha sido un ejemplo claro de todo lo contrario?
La democracia permite la participación ciudadana y el ejercicio de la reelección, pero también exige a los líderes que rindan cuentas por sus acciones. En el caso de Enrique Galindo Ceballos, su decisión de buscar la reelección parece un desafío a la memoria de los ciudadanos, una apuesta por el olvido de los errores pasados en lugar de asumir la responsabilidad por ellos.
La candidatura de Galindo Ceballos para la reelección representa una afrenta a la ciudadanía. En lugar de ofrecer un plan claro para corregir los errores del pasado, parece empeñado en perpetuar una administración que ha sumido a la ciudad en la desconfianza y el estancamiento. Los ciudadanos merecen un liderazgo que les brinde esperanza y soluciones, no un continuismo de la mediocridad.
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