MRS / Revista Punto de Vista / 02 de Junio 2023
La construcción de infraestructuras públicas, como carreteras, hospitales, escuelas y presas, es una tarea vital para el bienestar de la sociedad. Sin embargo, cuando estas construcciones fallan prematuramente, es un indicio de que algo salió terriblemente mal. En el caso de la presa El Realito, ubicada en el estado mexicano de San Luis Potosí, la presencia de fracturas en la estructura después de solo nueve años de su inauguración, es un problema grave que no puede ser ignorado.
De acuerdo con expertos en ingeniería, la presencia de fracturas en una presa puede ser indicativa de varios problemas de diseño o construcción. Uno de los posibles factores es la utilización de materiales de baja calidad, que no cumplen con las especificaciones de resistencia y durabilidad. Otro factor común es una mala compactación del suelo o la colocación de la presa en un área inadecuada, lo que puede provocar deslizamientos de tierra o deslizamientos de la estructura.
En el caso de la presa El Realito, es importante considerar que la construcción fue realizada por el gobierno federal y estatal en el año 2012, con un costo aproximado de cinco mil millones de pesos. Ahora, nueve años después de su inauguración, la presa presenta fracturas significativas, lo que ha generado preocupación en la población local y expertos en ingeniería.
Ante esta situación, se debe considerar la posibilidad de sanciones de tipo penal contra los exfuncionarios federales y estatales responsables de la construcción de la presa El Realito. La responsabilidad de un proyecto de esta magnitud es enorme, y los funcionarios públicos que participan en su construcción deben ser cuidadosos y diligentes en su trabajo. Si se determina que hubo negligencia o corrupción en la construcción de la presa, los responsables deben ser procesados y sancionados de acuerdo con la ley.
Es importante destacar que las sanciones penales no solo son una cuestión de justicia y responsabilidad individual, sino que también son necesarias para enviar un mensaje claro a los funcionarios públicos y contratistas de que las obras públicas deben ser realizadas con los más altos estándares de calidad y seguridad. Solo de esta manera se pueden evitar accidentes y fallas en la infraestructura pública, que ponen en riesgo la vida y el patrimonio de la sociedad.
En conclusión, la presencia de fracturas en la presa El Realito después de solo nueve años de su construcción es una señal de alerta que no se puede ignorar. Es necesario que se realice una investigación exhaustiva para determinar las causas de las fracturas y establecer las responsabilidades correspondientes. Si se encuentra evidencia de negligencia o corrupción, se deben aplicar sanciones de tipo penal para garantizar la justicia y prevenir futuros incidentes similares. La construcción de infraestructuras públicas debe ser un acto de responsabilidad y cuidado, y no un medio para enriquecerse ilícitamente.