MRS / Revista Punto de Vista / 19 de Abril 2023
En estos últimos días, se ha generado un gran revuelo en México por los viajes de lujo que ha realizado el secretario de la defensa nacional, general Luis Crescencio Sandoval, y su familia, con cargo al erario público. Ante las preguntas de los medios de comunicación, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha negado tener conocimiento de estos viajes y ha restado importancia al asunto, preguntando ” ¡Y qué! ¿Cuál es el problema?”.
Este tipo de actitudes por parte de los altos mandos del país son inaceptables y no deben ser toleradas. El dinero que se utiliza para financiar estos viajes de lujo proviene del dinero de los contribuyentes, que esperan que su gobierno utilice estos fondos de manera responsable y en beneficio del pueblo.
Es especialmente preocupante que este tipo de comportamiento se produzca en el ámbito militar, donde la transparencia y la rendición de cuentas son especialmente importantes. El secretario de la defensa nacional es uno de los cargos más importantes de la estructura militar del país, y su comportamiento y el de su familia deberían estar por encima de toda sospecha.
Para muchos es decepcionante que el presidente López Obrador no haya sido más contundente en su respuesta a estas preguntas. En lugar de minimizar el problema y acusar a sus adversarios políticos de intentar manchar su gobierno, debería tomar medidas concretas para asegurarse de que este tipo de comportamiento no vuelva a ocurrir en el futuro.
Es necesario que se lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre estos viajes y que se tomen medidas disciplinarias contra los responsables. El pueblo de México merece un gobierno honesto y transparente que utilice sus recursos de manera responsable y en beneficio de todos los ciudadanos. No podemos permitir que los altos mandos del país se comporten de manera irresponsable y derrochadora, mientras el pueblo sigue sufriendo las consecuencias de la pobreza y la falta de oportunidades.
El presidente López Obrador debe ser más enérgico en su respuesta a este tipo de comportamientos y tomar medidas concretas para garantizar que no se vuelvan a repetir. El pueblo mexicano merece un gobierno honesto y transparente, que trabaje en su beneficio y que utilice sus recursos de manera responsable y eficiente.
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