MRS / Revista Punto de Vista / 24 de Mayo 2023
El panorama que se dibuja en México es desolador. El aumento desmedido de los asesinatos en los últimos ocho años ha sumido al país en una profunda crisis de seguridad y ha dejado a la población vulnerable y temerosa. El reciente informe del Índice de Paz México 2023 revela cifras alarmantes que evidencian el deterioro del estado de bienestar y la devastadora pérdida de inversión extranjera directa.
Según este informe, la violencia ha ocasionado un deterioro del 14.8% en la paz en México. Además, se estima que se han perdido 324 mil millones de pesos en inversión extranjera directa, una cifra que impacta directamente en el desarrollo económico y social del país. Es impresionante constatar que el impacto de la violencia supera en seis veces las inversiones públicas en salud y en más de cinco veces las destinadas a la educación en 2022.
Si bien es cierto que en los últimos tres años se ha registrado una disminución moderada de los homicidios dolosos, la violencia sigue siendo una realidad generalizada en nuestro país. La delincuencia organizada es la principal responsable de los altos niveles de homicidios, ya que se disputa territorios para llevar a cabo sus actividades ilícitas.
El informe del Instituto de Economía y Paz destaca que el mayor deterioro de la paz se produjo en 2017, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, con una disminución del 9%. Aunque desde entonces el ritmo de deterioro se ha desacelerado gradualmente, las mejoras de los últimos tres años siguen siendo relativamente menores en comparación con los deterioros significativos que se registraron antes de 2020.
En los últimos ocho años, el país ha sufrido alrededor de un cuarto de millón de homicidios dolosos, con un aumento del 62.6% desde 2015. Estas cifras sitúan a México con una tasa de 24 muertes por cada 100 mil habitantes, ocupando el lamentable puesto número dieciséis a nivel mundial.
Los efectos de la violencia van más allá de las pérdidas humanas, ya que también tienen un impacto económico significativo. El informe estima que los niveles de violencia le han costado a México 4.6 billones de pesos, lo que equivale al 18.3% del Producto Interno Bruto (PIB). Es decir, cada mexicano ha sufrido un impacto económico de 35,705 pesos, más del doble del salario promedio mensual de un trabajador.
Es crucial que se tomen medidas urgentes y contundentes para enfrentar esta grave crisis. El informe señala la necesidad de aumentar la inversión en los sistemas de justicia y seguridad, así como de combatir la corrupción y mejorar la gobernanza. Construir la paz en México requiere de políticas públicas integrales que fortalezcan las instituciones y restauren la confianza de la ciudadanía en sus gobiernos.
La polarización política y social también es un factor que agrava la situación. La falta de cohesión y la disminución de la confianza ciudadana obstaculizan la capacidad de los gobiernos para operar eficazmente y dificultan la participación de los ciudadanos en los procesos cívicos.
Es momento de actuar con determinación y responsabilidad. México no puede seguir siendo presa del crimen y la violencia. La paz y la seguridad son derechos fundamentales de todos los mexicanos, y es responsabilidad del Estado garantizarlos. La reconstrucción del tejido social, el fortalecimiento de las instituciones y la generación de confianza son pilares fundamentales para lograr un México más seguro y próspero. El tiempo apremia, y la sociedad demanda acciones concretas para recuperar la paz perdida.