Los padres de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 han expresado su profunda preocupación y frustración por el curso de la investigación. A casi once años de los hechos, las familias aseguran que existe un evidente retroceso en las pesquisas y que sus esperanzas de encontrar la verdad bajo la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum se están desvaneciendo.
Las familias confiaban en que el cambio de gobierno federal implicaría un impulso decisivo y un nuevo enfoque para esclarecer el paradero de sus hijos. Sin embargo, denuncian que en los primeros meses de gestión no han visto los avances concretos que esperaban. Al contrario, perciben que la investigación se ha estancado e, incluso, que se ha dado marcha atrás en algunas líneas de indagación que anteriormente parecían prometedoras.
Este sentimiento de desaliento se ha agudizado tras una serie de reuniones con representantes del gobierno actual, en las cuales, según relatan, no se les han proporcionado respuestas claras ni un plan definido. La falta de información sustancial y de acciones contundentes ha reavivado su dolor y su exigencia de justicia.
