Una ola de violencia provocó terror en Zitácuaro, Michoacán, el jueves 19 de junio, cuando la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) desató una compleja emboscada urbana. Se registraron múltiples balaceras en puntos como el libramiento J. Múgica, la colonia Pueblo Nuevo, el centro de la ciudad y cerca de la terminal de autobuses. Al mismo tiempo, se incendiaron tiendas de conveniencia, vehículos y se colocaron narcobloqueos con unidades atravesadas para impedir la llegada de refuerzos.
La Fiscalía de Michoacán confirmó el fallecimiento de un menor de cinco años, quien murió camino al hospital, y reportó al menos dos personas más lesionadas por disparos. La madre y otros dos menores del niño también resultaron heridos durante el fuego cruzado.
Las autoridades estatales y la Secretaría de la Defensa Nacional desplegaron un operativo inmediato, reforzando vigilancia en tiendas de autoservicio y vialidades, mientras el C5 monitorea la zona. Comerciantes cerraron sus negocios y estudiantes permanecieron al interior de las escuelas hasta que la amenaza disminuyó.
Este operativo del CJNG fue en respuesta directa a acciones militares previas en el municipio, según los primeros informes, y muestra un plan militarizado para sembrar el caos y poner a prueba la capacidad de reacción de las autoridades.
Entre enero y mayo, Michoacán reportó 599 homicidios dolosos, y en junio han sido asesinados dos alcaldes, lo que refleja la creciente violencia en la región. Este ataque marca un punto crítico en la estrategia criminal del CJNG para desafiar el control territorial de las fuerzas de seguridad.
